A través de una aplicación móvil, diseñada a raíz de la pandemia, controlan la afluencia de usuarios dentro del gimnasio.
Redacción I&N
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El Sector del Fitness ha sido especialmente golpeado por las medidas restrictivas para hacer frente a la pandemia, por lo que los cierres generalizados y el miedo de los usuarios ha provocado una significante pérdida de la facturación para todos los operadores, que ahora se enfrentan a un escenario totalmente nuevo.
Fitness One abrió las puertas de su sede en Cayalá, para mostrar cómo se han adaptado a la nueva normalidad para activar cada vez a más usuarios.
De acuerdo con Magda Cobar, gerente de esa sucursal, lo más innovador que han implementado a raíz de la pandemia es una aplicación donde los clientes del gimnasio reservan su espacio para llegar a entrenar. Con esto, los usuarios aseguran su lugar y al establecimiento le sirve para medir el aforo, punto importante para evitar contagios de la COVID-19; este lo establecen por los metros cuadrados de cada sede y de acuerdo a los parámetros establecidos por las autoridades de Salud.
Los protocolos fueron elaborados en conjunto con el Ministerio de Salud y Asistencia Social (MSPAS) y la Comisión Presidencial de Atención a la Emergencia COVID-19 (Coprecovid).
Además, en la entrada cuentan con una alfombra especial que elimina los residuos de los zapados, el pediluvio y alcohol en gel. Asimismo, la toma de temperatura es obligatoria antes del ingreso.
Para evitar el contacto físico y para registrar la entrada, cada cliente cuenta con un documento de identificación o ID, en donde utilizan un scanner.
La entrada y la salida están en diferente lugar, de extremo a extremo, para que las personas no coincidan de frente. Al ingresar, cada uno toma una toalla y un atomizador, para desinfectar el equipo a utilizar antes y después del entreno.
Salones
Son utilizados por un promedio de entre 14 y 20 personas por cada clase impartida. El equipo no se comparte entre los usuarios y entre las estaciones hay más de dos metros de distancia.
Piscina
Los usuarios de la piscina se duchan antes de ingresar al área. Hacen calentamiento con la mascarilla puesta y se la quitan al entrar al agua, cuando salen se la deben colocar inmediatamente. El gimnasio permite tres personas en cada carril y la revisión de los parámetros de químicos la realizan tres veces al día.
Adentro de la sede, todos los tramos están señalizados. Hay bebederos para uso exclusivo con pachón y botes de basura especialmente para desechar guantes y mascarillas.
Entre cada máquina, hay más de 2 metros de distancia. En las de cardio, está inactiva la de en medio. Las bancas no se pueden mover de su lugar y hay cinco estaciones de limpieza en puntos estratégicos y visibles. También, hay ventilación natural, pues la sucursal de Cayalá cuenta con suficientes ventanas.
140 usuarios en pista
110 personas usan la piscina a diario
4 sucursales:
Cayalá | Pradera | Rus Mall | San Cristóbal
17:00 / 18:00 horas pico
Además, los instructores a cargo de cada turno hacen rondas, para verificar si todos están utilizando el cubrebocas correctamente.