Colaboración especial: Marco Maldonado
Consultor y conferencista
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La decisión debe ser tomada de forma objetiva, fundamentada en la decisión conjunta de un equipo multidisciplinario de involucrados.
S
egún la organización Global Workplace Analytics (GWA), cuanto más tiempo nos fuerce la situación a trabajar desde casa, mejor seguiremos las nuevas rutinas laborales y, por tanto, más fácilmente se asentará el teletrabajo una vez superada la crisis sanitaria.
Según datos de GWA, este experimento forzoso por el nuevo coronavirus servirá para que los directivos pierdan el miedo a la normalidad virtual y comprueben empíricamente la relación del teletrabajo con la eficiencia y la productividad.
En paralelo, en aquellos trabajos compatibles, trasladar la actividad a la esfera virtual será también una cuestión reveladora en materia económica: ¿cuánto ahorra una empresa en la que los trabajadores están en casa en vez de en la oficina?
Según el estudio realizado por GWA, el ahorro promedio en inmuebles con teletrabajo a tiempo completo es de UDS10 mil al año por empleado.
Las dinámicas diarias de trabajo presencial y jornadas regulares imponen además rutinas que implican recorrer distancias muy amplias cada día en diferentes medios de transporte, por lo que existe un ahorro en desplazamiento con la consecuente incidencia sobre el medioambiente.
La presencia para las empresas aún es importante pues no se ha alcanzado el máximo de la adaptación, tomando en cuenta que muchas de las organizaciones están por definir la estrategia a seguir en los próximos meses, de los cuales todavía hay incertidumbre, pues hay tantos factores en juego (económicos, salud, sociales, políticos, entre otros) que no se tiene la certeza de lo que se espera en definitiva para 2021. Asociado a que cuando se habla de organizaciones que cuentan con un gran número de empleados que están optando por hacer equipos para trabajar alternamente y combinar días de homeoffice y otros en los recintos laborales, nos lleva a pensar en que aún se tiene un costo fijo en cuanto a inmuebles y la inversión en las instalaciones y equipos que se tiene como parte de las operaciones de cada empresa u organización, claro está, para las que aplica.
Lo que también entra en juego como parte de las decisiones que deben ser tomadas, pues no es tarea fácil definir si se debe apostar por la reducción de los espacios físicos para volcarse a lo remoto y virtual o si por el contrario la estrategia debería ser mantener estos espacios para albergar a los equipos de trabajo. Que en todo caso, debe ser algo que debe valorarse y planearse de acuerdo al contexto y situación de cada empresa u organización, pero que en definitiva no debe pasar por alto como una decisión que afrontar a corto plazo, evaluando y considerando los distintos escenarios y proyecciones que apliquen, para definir lo que es más conveniente para cada organización.
Definir estrategia
Sin embargo, la importancia de definir una estrategia en cuanto a lo que se hará y qué parte de los equipos de trabajo pueden adoptar en forma permanente el teletrabajo es algo viable y que debe convertirse en un tema de agenda para los primeros meses de 2021.
Adicionalmente contemplar hacia los equipos de trabajo los objetivos, indicadores y formas de evaluar el desempeño, para sacar el máximo provecho de gestionar equipos a distancia.
Pues como organizaciones mantener la sostenibilidad a través de la rentabilidad en las operaciones y los márgenes de utilidad debe prevalecer como parte del plan estratégico organizacional.
Para ello es importante considerar que esta decisión debe ser tomada de forma objetiva, fundamentada en la decisión conjunta de un equipo multidisciplinario que involucra a las gerencias que resultan impactadas o beneficiadas con esta modalidad de trabajo. Pues existen determinados puestos laborales que por sus atribuciones pueden considerarse para formar parte de esta modalidad y que podrían beneficiarse, además de propulsar de una vez por todas a la empresa u organización a un futuro que se ha acelerado por el contexto que la pandemia trajo de manera inherente; mientras que otros puestos laborales definitivamente es imposible, por su propia naturaleza operativa y técnica.
Tercer modelo
También es posible considerar el tercer modelo que es el modelo mixto de trabajo.
Algunos de los tipos de trabajos más adaptables a un entorno de teletrabajo son aquellos que son fácilmente medibles por objetivos. Los que pueden considerarse son los que contemplan atribuciones que conllevan funciones o tareas repetitivas, por mencionar algunos: procesamiento de datos, realización de informes, trabajos analíticos.
Por esta razón viene derivada de la instauración de una política del dato y una cultura de medición por objetivos.
Lo importante será evaluar la forma de concretarlo, los pasos y elementos necesarios, así como proveer a los colaboradores las plataformas y apoyo necesario para dotar con los elementos y servicios necesarios para realizar sus labores. Además de dotar de las habilidades y conocimientos necesarios, así como la cultura de cohesión y colaboración necesaria para llevar a cabo el teletrabajo.
Para muchas organizaciones, este modelo puede generar la oportunidad de ahorro en costos de operación y el beneficio de generar negocios que montados en canales digitales pueden generar oportunidades masivas y el apoyo en tecnología siempre trae efectividad y eficiencia. Permitiendo alcanzar tanto a mercados nacionales como internacionales con costos de operación más bajos, pues fundamentados en estrategias comerciales pueden tener un impacto más amplio.
Lo importante es vincular el proceso a los resultados y hacer de la necesidad virtud, es decir aprovechar las oportunidades que nos da la vida como en cualquier circunstancia.