Editorial – Infraestructura, clave para el desarrollo

Infraestructura, clave para el desarrollo

 

 

 

 
Javier Zepeda

Director Ejecutivo

Cámara de Industria de Guatemala

 

Una manera de recordar bien un gobierno dependerá de la capacidad que tenga para desarrollar nueva infraestructura. Y la razón es clara: tiene una relación directa para lograr eliminar la pobreza y asegurar en un tiempo razonable una mejor calidad de vida para todos.

 
Una buena infraestructura (puentes, carreteras, puertos, aeropuertos, etcétera) reduce los costos de cualquier operación comercial, de todas las empresas y emprendimientos, sin importar su tamaño. Y al disminuirse los costos logísticos (los que se generan en el proceso de almacenar y mover materiales y productos desde los proveedores hasta los clientes) entonces se beneficia el productor porque se vuelve más competitivo y con más capacidad para crecer y generar más empleos, directos e indirectos.

 
Pero también se beneficia el consumidor, porque al haber menos costos en la cadena de producción se reducen los precios de los productos, de manera que las ventajas son de alcance general. Los expertos afirman que en ciertos lugares y en determinado tipo de producción, los costos logísticos pueden agregar hasta un 50 por ciento el precio de los productos.

 
Los países desarrollados tienen muchas cosas en común, pero una de ellas es que cuentan con una infraestructura competitiva y de primer nivel que propicia el crecimiento económico. Es cierto que nos llevan mucha ventaja, pero debemos empezar a priorizar este tema si queremos entrar en la lista de los países avanzados.

 

Está demostrado que nueva y mejor infraestructura incide de forma directa en el aumento de la productividad y de allí la pregunta de por qué, entonces, no se invierte inteligentemente en ello. Al revisar los presupuestos públicos de todos los años, se han destinado miles de millones de quetzales y seguramente el problema ha radicado en la eficiencia y en la adecuada toma de decisiones.

 
Nunca es tarde para corregir y de allí la necesidad de abordar este importante tema, pues aumentar las inversiones en infraestructura implica crecer hasta un 5 por ciento del Producto Interno Bruto.

 
El sector público debe priorizar el gasto en infraestructura, pero también el sector privado puede ayudar de manera significativa. De hecho, ya lo hace. Y allí está, por buen ejemplo, la recién inaugurada Vía Alterna del Sur (VAS). Pero también pueden producirse inversiones por medio de Alianzas Público-Privadas, una fórmula que ha demostrado alrededor del mundo que funciona exitosamente.

 
Las Alianzas Público-Privadas ofrecen la no despreciable ventaja de incorporar en los proyectos el conocimiento técnico y la capacidad administrativa del sector privado, lo cual aporta, sin lugar a dudas, valor agregado y mayor eficiencia técnica. Claro está que para ello es importante la seguridad jurídica de las inversiones y políticas confiables de transparencia. México, Colombia, Perú, Ecuador y Chile son algunos países que han impulsado ambiciosos planes de desarrollo de sus infraestructuras mediante este procedimiento.

 
Con el tema central de esta edición quisimos recordar y enfatizar sobre la importancia de la infraestructura en el país y que esta ocupe un papel central en la agenda de todos. Nos queda mucho camino por recorrer, pero solamente con mejores carreteras, puertos y aeropuertos podremos competir con otros países, contribuir a la reducción de la pobreza y mejorar la calidad de vida de los guatemaltecos.

El contenido de Industria&Negocios no necesariamente representa la opinión de Cámara de Industria de Guatemala; cada artículo es responsabilidad de sus autores.

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