El Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF) compartió un examen técnico del Presupuesto de Ingresos y Gastos del Estado para 2017.
[miptheme_dropcap style=»normal» color=»#222222″ background=»»]A[/miptheme_dropcap] partir de la aprobación del Decreto 50-2016: Ley del Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado para 2017, expertos analizan su incremento, distribución y posibles escenarios financieros del Estado en el año. El análisis del Cacif expone los retos que presenta y una solución para que el Estado use eficientemente los fondos recaudados de los guatemaltecos productivos.
Según el Cacif, el presupuesto nacional de 2017, que alcanza los Q77,300 millones, se incrementó en 9.33% del aprobado en 2016 con Q70,700 millones. Estos se dividen, fundamentalmente, para funcionamiento del Estado (66%), inversión (17%) y pago de deuda (17%).
Para Claudia Galán, analista financiera del Cacif, esta distribución revela poca eficiencia en la asignación, que luego es ejecutada de manera desordenada debido a tres principales características del proceso y lógica detrás del presupuesto nacional: la rigidez del presupuesto, el desmedido gasto en funcionamiento y el financiamiento del Estado por medio de deuda pública.
El primer aspecto indica que la poca libertad para asignar recursos a nuevas partidas, que podrían ser más estratégicas, está altamente limitada por obligaciones del Estado para financiar su funcionamiento, como los pactos laborales de las diferentes instituciones públicas.
Esto conduce al segundo elemento: un desmedido gasto en funcionamiento. Este, como porcentaje del PIB, pasó del 7.8% en 2008 a 9.3% en 2017, mientras que la inversión se redujo de 5.7% en el 2000 hasta el 2.4% en 2017.
Y por último, explica la analista, que aunque se proyecta una recaudación de Q57,900 millones en 2017, debe existir deuda para financiar el presupuesto. “Hoy la deuda como porcentaje de los ingresos [de Guatemala] se ubica en 24%, en el límite sugerido”.
Por otro lado, Galán explica la necesidad de la calidad en la ejecución del gasto. “En instituciones como el Congreso de la República, el Organismo Judicial, las Municipalidades e inclusive los Consejos de Desarrollo no existe calidad del gasto ni rendición de cuentas”. Y otras organizaciones, como el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda, de Desarrollo Social y de Agricultura, Ganadería y Alimentación hasta octubre pasado no habían ejecutado ni la mitad de su presupuesto asignado.
Este análisis evidencia la necesidad de cambiar la distribución del presupuesto en el largo plazo y la ejecución del gasto en el corto, así como la fiscalización de acciones estatales y exigir resultados de beneficio para todos los guatemaltecos.