Reducir el sedentarismo para elevar la productividad
Implementar programas de salud o ideas para aumentar la actividad física de los empleados en las empresas incrementa la motivación en el ambiente laboral y mejora la calidad de vida en general.
Tres de cada diez guatemaltecos padecen de obesidad, hipertensión, diabetes, baja autoestima y falta de motivación asociadas al sobrepeso, según Ekilibrate, empresa especializada en programas de salud y bienestar. Estas enfermedades afectan directa e indirectamente la productividad empresarial y son causadas en gran parte por mantener una vida sedentaria.
Por ello, promover hábitos de vida saludables en el ambiente laboral mejora la disposición de los empleados para realizar su trabajo de manera óptima y reduce las ausencias por emergencias de salud en un 70% y en 91%, por consultas ambulatorias.
“Los programas de salud y bienestar en las empresas incentivan a los trabajadores a tomar decisiones más saludables, sencillas y aplicables a su estilo de vida de forma integral. Estos pequeños cambios de cultura Reducir el sedentarismopara elevar la productividadImplementar programas de salud o ideas para aumentar la actividad física de los empleados en las empresas incrementa la motivación en el ambiente laboral y mejora la calidad de vida en general.en los empleados logran marcar grandes diferencias en el rendimiento global de la empresa”, afirmó Karin Barquero, Gerente General de Ekilibrate.
Tal es el caso que, según las cifras presentadas por la empresa y por la Asociación Guatemalteca de Profesionales de Gestión Humana (AGH), tres de cada cuatro empresas pequeñas, medianas y grandes alrededor del mundo, que pusieron en marcha programas de salud y bienestar, experimentaron un impacto positivo en el balance final de resultados corporativos.
Barquero comentó que desarrolló proyectos que implementan acciones preventivas en salud, emociones, relaciones interpersonales y crecimiento personal en empresas guatemaltecas que apostaron en esta tendencia, como Pepsico, Quaker y Tigo. “Invertir en la buena salud de los trabajadores representa para las empresas un retorno de la inversión favorable de 10 a 1 por cada quetzal”, explicó.
Estas prácticas no son ajenas a la legislación. A nivel internacional existen regulaciones como las normas de salud y seguridad ocupacional OHSAS y nacionalmente se encuentra vigente el Reglamento de Salud y Seguridad Ocupacional (Acuerdo Gubernativo 229-2014) que incluye un apartado específico relacionado a la salud y el bienestar.
El Presidente de la AGH, Juan Pablo Fajardo, comentó que “la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores tienen una importancia fundamental para ellos mismos y su entorno personal, pero también para la productividad, la competitividad y la sostenibilidad de las empresas guatemaltecas, y por ende son un potencial de impacto positivo para la economía del país”.