Mujeres Emprendedoras
Construyendo el Futuro
Durante 2013, en el Caserío el Duraznito de Jalapa un grupo de 75 mujeres decidieron agruparse y dar pasos importantes para transformar sus vidas. Como primer paso, 68 de ellas decidieron participaren un proyecto de alfabetización. Seguidamente lograron el apoyo de una cooperativa para instalar un vivero artesanal de café, alcanzando una producción de 20 mil árboles para la venta, siendo esta la experiencia colectiva que las convirtió en emprendedoras y las fortaleció como grupo. En paralelo, las mujeres también iniciaron un proceso de formación para contribuir a la conservación del medio ambiente.
En junio de 2014 participaron en un evento de difusión del Programa Mujeres Emprendedoras de ONU Mujeres, revisaron los requisitos para participaren el programa y se dieron cuenta que cumplían con todos, excepto estar constituidas legalmente, por lo que buscaron apoyo en una cooperativa agrícola liderada por hombres para que fungiera como organización madrina. La respuesta delos hombres no fue positiva y les expresaron que “las mujeres no deben involucrarse en asuntos de hombres”. Este hecho, en lugar de desmotivarlas, las impulsó a constituirse legalmente. Con el apoyo de la Municipalidad de Jalapa, 32 socias conformaron la Asociación Esperanzas del Futuro, con lo cual estaban listas para presentar su plan de desarrollo a ONU Mujeres.
El plan de desarrollo fue aprobado por ONU Mujeres en 2015, y su objetivo era contribuir al empoderamiento económico y personal de las socias a través del crecimiento y consolidación de un vivero de café. Con el apoyo brindado se logró incrementar la producción en 60 mil plantas de café, ampliar la infraestructura del vivero, instalar un sistema de riego, comprar herramientas y equipos aptos para la producción, fortalecer sus capacidades mediante procesos de formación integrales en derechos humanos y empoderamiento económico de las mujeres, así como en gestión empresarial y productiva para el manejo del vivero. Además, dentro del rubro de tecnologías ahorradoras de tiempo cada una de las mujeres obtuvo una estufa mejorada, y se instaló una guardería para atender a sus hijos e hijas mientras se encuentran en el lugar de trabajo.
El rápido crecimiento de la asociación y la confianza en ellas mismas afianzaron su empoderamiento en el manejo del vivero de café, lo que propició que otro donante, viendo sus logros y tenacidad como emprendedoras, las apoyara con la compra de maquinaria para el proceso de transformación de café tostado y molido, incluyendo capacitación y asistencia técnica para la mejora de calidad en los distintos perfiles de tueste del café. Con esta experiencia, ONU Mujeres buscó transformar el modelo productivo tradicional y agregó valor a la Asociación Esperanzas del Futuro.