Por: Hugo Cruz Rivas, Ph.D.
Director Académico de UNIS Business School
Universidad del Istmo
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Carlos tiene entrevista de trabajo. Para contratarlo, la condición que le pone la dueña es que colabore con ciertas prácticas ilegales para reducir impuestos. En otra empresa, Antonio, encargado de las importaciones, recibe un mensaje: si no paga “mordida”, su cargamento tardará más de lo esperado en ingresar al país. Y, por otro lado, Cristina ha recibido una indicación de su jefe: visitar al encargado de compras de esa dependencia del Estado y ofrecer soborno. Si no logra el trato, su cargo está en riesgo.
Las situaciones antes esbozadas son comunes. ¿Qué deberían hacer Carlos, Antonio y Cristina si quisieran actuar con ética? A continuación, resumiré el razonamiento que deben seguir si desean que sus acciones sean acordes con la ética.
- Preguntarse: ¿existen otras opciones? Si existen, lo ético es explorarlas a fondo. Y si una de esas opciones es viable, lo ético es tomarla, incluso si esa opción ética es más costosa. Esta pregunta es la más importante en el análisis ético, pero se suele pasar por alto por culpa de cuatro enemigos de la ética: prisa, pereza, avaricia y soledad. Este análisis de opciones se hace mejor en compañía de personas con recto juicio y con más experiencia que nosotros.
- Si después de pensarlo bien se encuentra que no hay otra opción más que ejecutar ese acto no ético, la segunda pregunta es: ¿esto que haré como medio para obtener mi fin, es legal? Si la respuesta es no, debe volver al análisis de opciones.
- Si de todas formas ha decidido ejecutar ese acto no ético e ilegal, deber hacerse una tercera pregunta: ¿el bien que obtendré es proporcional con el daño que provocaré? La respuesta a esta pregunta no siempre es ética porque se suele comparar sólo el costo monetario de cooperar con la corrupción. El problema de ese razonamiento es que siempre tenderá a justificar una mala actuación, porque se pone como único criterio el mero beneficio material. En realidad, el efecto negativo de cooperar con la corrupción es mayor y es de otra índole superior a la meramente monetaria.
- Para darle mayor profundidad al análisis, debe hacerse una cuarta pregunta: ¿cuál es el efecto interior en mí de actuar así? ¿Corro el riesgo de acostumbrarme? El acostumbramiento a actuar al margen de la ética es el peor cáncer social porque nos convierte en parte del problema. Cuando se padece ese cáncer, se tiende a pensar que cualquier beneficio justifica una violación a la ética y la legalidad.
- Y una quinta pregunta: ¿esto que haré, contribuye al bien común o lo degrada? Los casos recientes de “destape” de actos de corrupción muestran que la decisión no ética de unas cuantas personas afecta negativamente al entorno.En general, la pregunta si uno está rodeado de corrupción es: ¿quiero ser parte del problema o parte de la solución?