Por: Ing. Heber O. González
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En la generación nacional de electricidad, el 40.18% es a base de carbón; el 20.89%, a base de bunker y diesel; el 33.51%, hidroeléctrica y el 5.41%, con recursos solar, eólico y geotérmico.¿Cuál es la situación de la generación de energía con recursos no renovables?
En la reunión del G7, grupo que integra las siete economías mayores en el mundo (Estados Unidos, Japón, Alemania, el Reino Unido, Francia, Italia y Canadá), se reconoció el efecto del calentamiento global en la tierra, proponiéndose procedimientos para disminuir en un margen de dos grados centígrados por medio de la descarbonización y regulación del CO2, un manto alrededor del mundo que desarrolla actividades similares a un horno con incremento en la temperatura de la tierra, lo cual “conllevaría consecuencias catastróficas para la producción global de alimentos, generaría mayores niveles de los océanos, mega sequías, inundaciones importantes, olas de calor devastadoras y tormentas extremas”.
La recomendación de este grupo es tomar 3 medidas fundamentales: Primero, volvernos más eficientes en el uso y requerimientos de energía, principalmente en procesos industriales y residenciales con alto consumo de energía. Segundo, producir electricidad con fuentes de energía eólica, solar, hidroeléctrica, geotérmica y otras fuentes libres de carbono. Tercero, pasar de la utilización de combustibles fósiles al uso de electricidad y, en algunos casos, a biocombustibles avanzados.
¿Qué procedimientos y políticas se tienen en Guatemala? Este país dispone de recursos naturales, especialmente hídricos, hasta de 6,000 MW, de los cuales solo son utilizados un 15%.
Costa Rica utiliza más energías renovables en la cobertura de su demanda. Según una publicación de Prensa Libre, el 98.5% de la energía fue generada por recursos naturales produciendo energía de fuentes limpias. Esta generación proviene de fuentes renovables como agua, calor de la tierra, biomasa y sol. Solamente un 1.5% corresponde a recursos fósiles (combustibles derivados del petróleo).
El incremento en el consumo de energía eléctrica en Guatemala es de 4.7% anual, requerimiento que existe sin establecer su cobertura con la capacidad interna o recursos externos con otros países, como México, para atender la demanda de energía requerida por la sociedad guatemalteca, que en julio 2015 fue de 34,798,630 KWh.
Resalta la importancia de impulsar políticas reales, para implementar una capacidad de generación para corto y mediano plazo. Se detecta la tendencia de posiciones de grupos que desconocen los recursos y características técnicas, generando actitudes negativas, limitando el impulso que permitiera la utilización de los recursos renovables.
Se tiene la referencia de los costos energéticos. En San Salvador, por ejemplo, se tienen recursos naturales limitados con alto costo; en Nicaragua, se están impulsando las instalaciones eólicas; en Guatemala, con muchos recursos naturales, pero con un alto porcentaje de generación por instalaciones térmicas (bunker, diesel y carbón), y por último, Costa Rica, con el precio más bajo de generación, utilizando recursos naturales como fuentes limpias de energía.
Se requieren políticas para el desarrollo energético en Guatemala con el apoyo institucional en su implementación y ejecución, específicamente de los ministerios de Energía y Minas, Medio Ambiente e instituciones relacionadas, como la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia, el Consejo Nacional de Áreas Protegidas y otras organizaciones con definida participación en leyes, como la “Ley Marco para regular la reducción de la vulnerabilidad, la adaptación obligatoria ante los efectos del cambio climático y la mitigación de gases efecto invernadero”, Decreto 7-2013, y la Política Nacional de Cambio Climático, Decreto 329-2009 .
Se dispone de bases y se requiere el impulso para una implementación efectiva en el desarrollo nacional integral y, específicamente, en la generación de energía.