Dr. Carlos Luna Rivara
Aunque muchas empresas familiares tienen una Junta Directiva -JD-, hemos encontrado que no todas pueden ser consideradas profesionales. Evalúe qué tipo de junta directiva tiene su empresa:
Las “Decorativas” se caracterizan por una baja capacidad de sus miembros y por la poca voluntad del Presidente para que esta funcione. Este tipo de JD carece del conjunto de cualidades deseables en los Directores y de la organización necesaria para funcionar eficiente y eficazmente. Los procedimientos y deliberaciones de la JD tienden a ser informales y superficiales. Las decisiones importantes se toman al margen de la JD.
Las “Presidencialistas” difieren de las decorativas en que surge la figura de un Presidente poderoso que toma todas las decisiones importantes, quien usualmente es el accionista controlador o su representante. Los Directores no analizan a fondo las decisiones por su falta de experiencia, de capacidad, de interés, de información, o por la presencia de ‘conflictos de interés’, frecuentes en empresas familiares.
Las “Frustrantes” tienen, en principio, más capacidades instaladas que las anteriores. La JD está formada por, al menos, algunos Directores capaces. Sin embargo, lo que sucede es que debido al poco interés para que funcione por parte del Presidente -o de algunos parientes influyentes-, la junta se paraliza.
Las “que Agregan Valor” se caracterizan por la voluntad por parte del Presidente para que la JD funcione y para que esté compuesta por Directores capaces. Se caracterizan por la discusión y el debate de altura, por trabajar los temas en profundidad y abordar aquellos que son importantes, no solo los urgentes, por la libre expresión de opiniones y por la independencia de los Directores. En este tipo existe una separación entre el liderazgo ejecutivo y el liderazgo de la JD. En la toma de decisiones se pone el énfasis en alcanzar consenso entre los Directores y el equipo gerencial. Sin embargo, si surgen desacuerdos, la junta utiliza sus poderes formales para resolverlos.
En sintonía con las buenas prácticas de gobierno corporativo, es fundamental para la empresa y para la familia que la JD ejerza el rol que le corresponde. La importancia de la JD como órgano de administración se basa en su carácter de cuerpo colegiado, y a que es el órgano que mejor puede dar objetividad a las discusiones y decisiones que se presentan en el gobierno de las empresas familiares.