El Colegio Enrique Novella Alvarado –ENA-, financiado por Cementos Progreso y administrado por la Fundación Carlos F. Novella, fue reconocido recientemente como el mejor de la provincia y el número nueve del país según una publicación periodística. Thomas Dougherty Novella, presidente de Cementos Progreso, habla de los secretos del éxito de la institución y su evolución en el tiempo.
¿De dónde surge la idea de un proyecto como el Colegio Enrique Novella Alvarado?
El tema de la educación y el desarrollo integral de las personas y comunidades donde trabajamos es parte de Carlos F. Novella, fundador de Cementos Progreso y mi bisabuelo. En 1940 ya existía una escuela en la planta La Pedrera donde se impartían clases a los hijos de los trabajadores y vecinos.
Cuando inicia operaciones la planta San Miguel en Sanarate, en el año 1974, iniciamos también con una escuelita multigrado en la aldea contigua llamada El Sinaca. Ésta se vio afectada por el terremoto de 1976, por lo que fue trasladada a instalaciones propias.
¿Cómo ha evolucionado desde entonces?
Constante. De una escuela con solo dos aulas, pasó a convertirse en un colegio con laboratorios de computación e inglés, biblioteca y talleres donde los estudiantes reciben instrucción en áreas técnicas, desde primer grado hasta bachillerato.
¿Imaginaron convertirse en un referente educativo nacional?
La visión de Enrique, fundador del Colegio, era que solamente a través de la educación podría transformarse Guatemala. Es un gran honor figurar entre los mejores pero también un gran compromiso, nos invita a seguir por la senda de la calidad educativa.
El Colegio -ENA- es el noveno de Guatemala en las pruebas de graduandos del Ministerio de Educación, además ha ganado por dos años consecutivos la Medalla de Bronce y Plata en las Olimpiadas de Ciencias a nivel nacional.
¿Cuál es la clave de ese éxito?
Contamos con un modelo pedagógico único, diseñado con el apoyo de la Universidad del Istmo, que requiere un claustro de maestros con formación universitaria para garantizar su aplicación, un sistema de tutoría o “coaching” para el alumno y la formación en valores inspirada en el Código de Valores y Conducta de la empresa (COVEC).
La educación de calidad tiene un costo, ¿cuánto representa para la empresa mantener un colegio de tan elevado nivel?
Cementos Progreso aporta a los recursos a un fondo de becas que además del costo de operación del colegio incluye el uniforme, libros y transporte del estudiante. Los padres de familia que tienen la capacidad también aportan acerca de un 5% del aporte de la empresa. Estimamos que la inversión por estudiantes ronda los Q2,500.- mensuales.
¿Qué motiva a Cementos Progreso en temas como la educación?
Estamos conscientes de que el desarrollo tiene su principal pilar en la educación y nuestra consigna es que si hacemos cemento de primera calidad, nuestros programas de responsabilidad social deben tener los mismos estándares. El Colegio privilegia a los hijos de nuestros colaboradores, pero también otorga becas completas para otros estudiantes de escasos recursos del área.