Panorama Histórico
Cámara de Industria de Guatemala (CIG) cumplió este 9 de mayo, 55 años de contribuir al desarrollo del sector industrial del país. Promover los valores del Estado de Derecho, la Propiedad Privada y la Libertad de Empresa, han sido y continuarán siendo la motivación principal de esta entidad gremial.
Texto: Isabel Barrios
La situación económica de Guatemala se transformó luego de la Revolución Liberal en 1871, proceso que dio inicio a la industrialización del país. A finales del siglo XIX varias empresas comenzaron a emerger, como la fábrica de Fósforos Rafael Sinibaldi y Cia, en 1879; Cantel, en 1874; la Cervecería Centro Americana, en 1886; Embotelladora La Mariposa, en 1893; y Carlos F. Novella y Cia, en 1899 (ahora Cementos Progreso).
El mismo año en que los liberales llegaron al poder, se creó el Ministerio de Fomento, para garantizar la protección e impulso del comercio. También, con la intención de incrementar la economía, e imitar el progreso de otros países, se fomentó la inmigración extranjera, la cual buscaba inversión y la comercialización de distintos productos.
Para 1920, en el gobierno de Carlos Herrera, se establecieron tres entidades, el Ministerio de Agricultura, la Cámara de Comercio de Guatemala (CCG) y la Asociación General de Agricultores (AGA); nueve años después nace la Asociación de Industriales de Guatemala (AIG). Todas, con el propósito de favorecer al desenvolvimiento industrial, y defender intereses productivos.
La AIG y la CCG fundaron en 1934, la Cámara de Comercio e Industria de Guatemala (CCIG) para salvaguardar las finanzas y negocios de la Nación, a través de la exhibición de productos; ya que durante la gestión de Jorge Ubico se sufrió el impacto de una crisis económica a consecuencia de la caída de la Bolsa de Valores en Nueva York.
Con el devenir del tiempo, una expansión de distintas actividades productivas se dio en el sector empresarial, por lo que se crearon organizaciones con relación al interés de cada una, por mencionar la Asociación de Azucareros de Guatemala (Asazgua) en 1957, Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif) en 1959 y la Asociación Nacional del Café (Anacafé) en 1960. Asimismo, pequeñas y medianas empresas se desempeñaron y formaron parte esencial del país.
Origen de Cámara de Industria de Guatemala (CIG)
En una vivienda ubicada en la 3 avenida 7-13 de la zona 1, el 20 de mayo de 1958, un grupo de industriales se reunió para compartir y platicar sobre la intención de consolidar una organización que velara por sus necesidades e intereses. Al lugar asistieron representantes de la Cámara de Industria y de la Asociación General de Industriales de Guatemala, entidades que se separaron unos días antes.
Los estatutos que regirían a la organización, fueron aprobados el 9 de mayo de 1959, fecha en la que comenzaron a enriquecer planes de trabajo, concretar proyectos y establecer bases sobre las cuales orientarían su labor de apoyo a la industria guatemalteca.
“El nacimiento de la Cámara de Industria de Guatemala coincide casualmente con la creación del Mercado Común Centroamericano (MCCA), seguido por la firma del Tratado Multilateral del Libre Comercio en enero de 1960 y el Tratado General de Integración en diciembre del mismo año”, informó Carlos Rivera Ortiz, secretario general de la Federación de Cámaras y Asociación Industriales de Centroamérica y República Dominicana (FECAICA), ex director ejecutivo de la CIG, y quien ha vivido de cerca esta historia.
La dirección de la institución fue entregada a Rafael David, como presidente; Manuel Ayau, vicepresidente; Guillermo González, tesorero y Julio Briz como secretario. Dos meses después, la presidencia de CIG fue delegada a Luis Schlesinger Carrera y la vicepresidencia a Enrique Novella; durante este período se realizó la elaboración de un anteproyecto de ley del Código de Trabajo, la conformación de FECAICA y la aprobación de la Ley de Fomento Industrial, decreto 1317, entre otros logros.
Iniciativas y logros institucionales
El apoyo que CIG ha brindado a las industrias se ve reflejado en cada decisión, así como en la formación de gremiales, las cuales hasta ahora suman 43; la publicación de la Revista Industria y Negocios para compartir información con los socios, quienes suman un aproximado de mil en la actualidad; y los distintos programas de capacitación para los trabajadores de las empresas agremiadas.
La Cámara tuvo otras iniciativas, por mencionar la formación del Instituto Vocacional Industrial Imrich Fischmann, en 1959; el Centro de Fomento de Productividad Industrial (CFPI), en 1960, el cual fue sustituido por el Instituto Técnico de Capacitación y Productividad (INTECAP), en 1972; y el Instituto de Recreación de los Trabajadores (IRTRA), en 1960.
Según Rivera, otro de los atributos del sector industrial fue el Banco Industrial, S.A., en 1968. Este nació en una Asamblea en el Auditórium del IGSS, con base a un proyecto de ley en el que los industriales daban el 5% de sus exenciones de los impuestos de la Ley el Convenio Centroamericano de Incentivos Fiscales al Desarrollo Industrial.
El edificio de CIG y la inclusión del Club Industrial, son otros resultados. El terreno se compró durante la presidencia de Ricardo Castillo Sinibaldi, en 1969; la construcción de la obra se realizó un año después, en el período de Juan José Urruela; mientras que la inauguración del inmueble estuvo a cargo del entonces presidente de la institución, José María Passarrelli, en 1973.
“Son varios los personajes que han marcado la historia de CIG, sobre todo por su influencia en el desenvolvimiento de la asociación, en cuanto a su relación con la economía del país, su productividad y comercio”, expresó Rivera. Algunos de los nombres que figuran en la lista son: Enrique Novella, Luis Schlesinger, Enrique Matheu, Alberto Habié, Guillermo González Barrios, Carlos Enrique Molina y Ramiro Castillo Love.
La ardua labor que CIG ha ejecutado a través de estos 55 años, se ve reflejado en que Guatemala es uno de los países en la región centroamericana que ha obtenido mayores ventajas en exportaciones e importaciones. Es, quizá, de acuerdo a Rivera, la Nación del istmo que se ha preocupado y ha liderado en el territorio, con el objetivo de que el mercado común se robustezca.
Sucesos extraordinarios
Entre resultados positivos también hubo momentos de crisis, los cuales CIG ha logrado afrontar con determinación. Según Rivera, algunos de los momentos de pesar son el asesinato del ex presidente de la Cámara, Alberto Habié, en 1980 y el crimen de uno de los industriales más destacados, Ramiro Castillo Love, en 1989, también ex dirigente de la entidad.
Otra situación de crisis fue constituida por los problemas políticos y económicos nacionales y extranjeros, que provocaron la disminución del intercambio regional. El sector industrial se enfrentó con una Centroamérica que tenía problemas en el precio del petróleo, también, los países de la región dejaron de efectuar el pago al Consejo Monetario Centroamericano, que manejaba la Cámara de Compensación.
Entre los problemas políticos, las guerrillas en Nicaragua, Guatemala y El Salvador impregnaron angustia en la población, y pese que se alcanzaron los Acuerdos de Paz de Esquipulas y el Programa de Acción Económica para Centroamérica (PAECA), el conflicto armado interno en el país se desató desde 1960 hasta 1996.
La trayectoria de la Cámara de Industria de Guatemala se ha visto atrofiada por sucesos como el secuestro de varios dirigentes industriales en la época de la guerrilla, y también por amenazas y represalias, como la colocación de una bomba en la puerta del edificio, el 5 de septiembre de 1968, a eso de las 22:00 horas, la cual sólo causó daños materiales.
Retos
De acuerdo con la experiencia del licenciado Carlos Rivera, primero se debe mantener incólume los principios de libertad, propiedad y democracia para el efectivo desarrollo del país y el comercio, con beneficios en la industria y en la economía, para que tengan un sentido social y que haya redistribución de los ingresos.
Además, apoyar al mecanismo o el sistema de generar facilidades para la creación de empresas competitivas, ya que es fundamental contar con un mercado amplio y propio en todo sentido. “CIG debe orientar e impulsar a que los negocios crezcan, para la generación de empleo y desarrollo social”, expresó.
El perfeccionamiento de la integración centroamericana es un esfuerzo de la Cámara, paralelamente de atender los propósitos y los peligros del mercado internacional. Una de las tareas es contribuir a la unificación de los países, en cuanto a su relación de industria y desempeño, con la utilización de las economías a escala y tecnologías para mejorar la infraestructura de la zona.
Para ejemplificar, en la actualidad el sector industrial centroamericano tiene el objetivo de impulsar la unión aduanera, porque se tiene una zona imperfecta de libre comercio, en la cual se ha trabajado en facilitación y normatividad. Pero, parte del peligro, es que un porcentaje de industriales jóvenes no ven el riesgo de esta situación, es por eso que CIG también debe influir de manera positiva, para todos esos nuevos empresarios en Guatemala, subraya Rivera.
“Hay que agradecer a muchas personas que brindan su tiempo como presidentes y directivos, que libran batallas con prudencia, conocimientos, política y diplomacia. Todos los que han dirigido la Cámara han hecho su trabajo, y está en manos de quienes la siguen dirigiendo, continuar con el trabajo de hacer crecer el valor de las industrias en nuestro país”, indicó, finalmente, Carlos Rivera.