La contribución fiscal de las empresas mineras genera diversas opiniones y pasiones, sin que algunas veces se cuenten con todos los elementos para realizar un análisis profundo. En el mundo, el sector minero representa un factor importante en la mayoría de las economías desarrolladas, aunque en Guatemala existe una percepción de poca retribución, en vez de una riqueza compartida, que se traduce en bienes, servicios y aportes fiscales.
Y es precisamente en este último rubro, el de los impuestos, en el que Montana Exploradora de Guatemala, ha aportado Q2.2 millardos (US$275 millones) entre octubre de 2005 y junio de 2013*. El aporte corresponde al pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR), regalías de ley y voluntarias, regalías de inversión en desarrollo local, timbres e impuestos por distribución de combustibles e insumos**.
“Tan solo con la operación de la mina Marlin hemos sido, durante los últimos siete años, uno de los cinco principales pagadores de impuestos y con esto se demuestra que el aporte económico de la industria extractiva es importante para el país. Si nosotros llegáramos a tener la participación que tiene la industria en Perú o Chile, arriba del 10 por ciento del PIB, probablemente estaríamos registrando crecimientos tan importantes como los que estos países tienen”, sostiene Mario Marroquín, director ejecutivo de Gold Corp Guatemala.
Contribución real
Entre los mitos que se han divulgado es que la industria minera paga sólo el uno por ciento y guarda para sí el 99 por ciento. Esta es una teoría equivocada y de un pensamiento muy simple que evade la complejidad de los aportes mineros, cuya cifra real impositiva debe estimarse en 40 por ciento, según lo indica el estudio realizado por el Central American Business Intelligence: “Industria Minera, algunos elementos de análisis para su desarrollo”. Esto incluye el uno por ciento de regalías de ley y el cuatro por ciento de aportes voluntarios según el Acuerdo Gubernativo 105-2012; ambos porcentajes calculados sobre la venta bruta de los metales, es decir sin restar los costos de producción.
Con el 40 por ciento de contribución fiscal “Guatemala se equipara, o es mayor, a la de los demás países de Latinoamérica”, indica Paulo de León, analista de CABI. Y agrega que Guatemala cuenta con una de las tasas más altas de ISR y altos cánones mineros. “Existen casos como el chileno y mexicano donde no hay regalías, y tasas bajas como las de Brasil (0.2 por ciento) y altas como en Perú (12 por ciento).