A continuación, parte del discurso de Andrés Castillo Calderón, durante el acto mediante el cual entregó la presidencia del CACIF.
INDUSTRIA Y NEGOCIOS
Hace un año, cuando asumí esta presidencia, les dije que para mí era un verdadero privilegio, que me sentía muy afortunado de emprender el reto y de pasar a formar parte de la historia del sector privado. Hoy, ese capítulo concluye. Me comprometí con ustedes a hacer todo lo que estuviera a mi alcance para que mi presidencia estuviese a la altura de mis antecesores y, si era posible, superar las expectativas.
Castillo entregó el puesto a José Santiago Molina, quien presidirá el CACIF hasta el 15 de abril de 2014.
No soy yo para decir si les cumplí, pero lo que sí les puedo decir es que hice mi mejor esfuerzo. Ha sido una experiencia inigualable, tuve vivencias únicas que solo el prestigio de ser presidente del CACIF dan. Tuve un año inesperado, donde todo apuntaba a que por coincidir con el primer año de Gobierno, todo iba a caminar sin sobresaltos, sin sorpresas. Sin embargo, fue un año intenso; nos tocó enfrentarnos por varios temas con el Gobierno, pero siempre lo hicimos proponiendo, defendiendo principios, de forma clara, poniendo el pecho y dando la cara. Mantuvimos una actitud profesional, proactiva y propositiva, en beneficio de las prioridades del país.
Durante mi presidencia se me acercaron varias veces personas a felicitarme; felicitaciones desinteresadas que me llenaron de orgullo.
Siempre fui claro en decirles que esto es un trabajo de equipo, una carrera de relevos, que tenía la dicha de contar con la capacidad y experiencia de los miembros de la mesa directiva, en las comisiones de trabajo y, por supuesto, un staff de primera, elementos indispensables para tener éxito.
También leí –porque no fue de cara– varios insultos, ofensas e injurias.
Esas felicitaciones, como las ofensas, son producto de haber puesto en alto el perfil de CACIF y de haber tenido el posicionamiento público que una institución de este calibre debe tener.
Hoy, más que nunca, estoy convencido de la necesidad que tiene el sector privado de tener un ente coordinador. CACIF es tan fuerte o tan débil como el sector privado lo decida. No hay duda que lo creamos para que sea fuerte, no lo olvidemos.
Debemos seguir fortaleciéndolo, CACIF debe seguir siendo ese contrapeso activo y fiscalizador del poder público, alzando la voz con fuerza cada vez que sea necesario, permitiéndonos incidir en el acontecer nacional.
Los diferentes empresarios, los que han pasado por las instituciones del sector privado, todos los que no han tenido la satisfacción de hacerlo, las diferentes Cámaras, todos deben entender y recordar el rol de CACIF y exigir que lo cumpla, ya que de lo contrario seremos parte del problema de Guatemala.
El CACIF puede hacer mucho por este país y depende de nosotros.
Un año de presidencia es poco para la institución pero suficiente para la persona que ocupa este puesto y por eso se hace fundamental tener buenos directores, que tengan claro los principios y el rol que juegan.
Quiero reiterar mi agradecimiento a cada uno de los directores que me acompañaron en la mesa directiva; cada uno de ustedes jugó un papel fundamental.
Asimismo, quiero agradecer a Cámara de Industria, a mis directores, a mis expresidentes, exdirectores y al staff, que siempre estuvo apoyando mi gestión.
Sigamos uniendo esfuerzos, reforcemos nuestro compromiso con CACIF y juntos hagamos de Guatemala un mejor país.
A José Santiago Molina lo acompañan como vicepresidentes del CACIF, Hermann Girón, presidente de la Cámara de Finanzas y José Luis Agüero, presidente de la Cámara de la Construcción.
COMPROMETIDO CON EL FORTALECIMIENTO DE LA INSTITUCIÓN
Durante la toma de posesión, realizada el 15 de abril, el nuevo presidente del CACIF, José Santiago Molina, elogió el trabajo desempeñado por su antecesor, Andrés Castillo Calderón y expresó a todas las Cámaras y demás empresarios asistentes, que será es un gran reto el que asume.
Molina admitió que es una enorme responsabilidad relevar a su antecesor y a los directores que concluyen su gestión “pues su trabajo en defensa de los diversos retos que hubo que enfrentar a lo largo de los 12 meses deja una huella excepcional en la memoria de todos nosotros y merece todo el reconocimiento del sector empresarial”.
El empresario reiteró que los principios del CACIF se mantendrán incólumes, partiendo de velar por un sistema de libre empresa, de velar por el Estado de Derecho, de promover la inversión y la propiedad privada, además velar porque en el país haya transparencia en el uso de los recursos públicos así como calidad en el gasto del Estado.
Andrés Castillo Calderón recibió de manos de su sucesor, José Santiago Molina, un reconocimiento por el liderazgo que desempeñó al frente del CACIF.