Josiah Wedgwood fue uno de los primeros grandes empresarios industriales en el mundo. No sólo representa el ingenio empresarial; su vida ofrece una serie de lecciones que pueden resultar atractivas a los empresarios guatemaltecos.
Primera lección: Experimentar, experimentar, experimentar. Wedgwood estaba experimentando constantemente. En el proceso productivo, probaba muchas formas de hacer la cerámica más duradera, pero también que mostrara una textura y colores atractivos para sus clientes. Esto lo llevaría a llenar varios cuadernos con sus apuntes sobre qué funcionaba y qué no. Si bien el empresario guatemalteco no necesita ser el que experimenta, sí debiera tener una visión favorable a que se experimente dentro de su empresa, contratando empleados dispuestos a probar nuevos productos, nuevas formas de comercialización y de producción.
Segunda lección: Generar estrategias de mercadeo acordes a su producto. Josiah fue un genio del mercadeo. Una de sus mejores estrategias fue ganarse la preferencia de la Reina Carlota de Inglaterra, al regalarle sus mejores productos. De esta manera logró ganarse su preferencia y con ello atraer la atención de la nobleza londinense, así como de la clase alta, quienes aspiraban a mostrar sofisticación. Lo mismo haría vendiendo sus productos a la Reina Catalina de Rusia.
Otro ejemplo es cuando Josiah inventó el concepto de las “ventas inerciales”. Para expandir su mercado en Alemania, mandó a mil familias de la aristocracia alemana un paquete con su producto, un panfleto con publicidad y un recibo. Si a las familias no les interesaba quedarse con el producto, el paquete incluía la forma para enviarlo de regreso. Si les gustaba, podían quedárselo y pagar vía correo.
Tercera lección: Vincular la estrategia comercial con las finanzas de la empresa. A pesar de ser un negocio con altos niveles de crecimiento, la empresa empezó a mostrar problemas de efectivo. Como respuesta, Josiah decidió aplicar sus conocimientos a los problemas financieros de la compañía. Cuando se percató que el costo de producir “órdenes especiales” para determinados clientes resultaba demasiado elevado decidió cambiar su estrategia, pues logró darse cuenta que el margen de ganancias en la producción estándar era mayor. El haber comprendido el impacto distinto que generan los costos fijos y variables lo llevó a tomar mejores decisiones.
Cuarta lección: Conocer el negocio en todo el detalle. Sus conocimientos de cómo administrar la producción de su empresa se originan en su adolescencia, donde aprende el arte de la cerámica trabajando como aprendiz en el taller de su papá y de su hermano mayor. Posteriormente, Josiah trabajó para empresas de mayor tamaño y con procesos productivos más novedosos, hasta que decidió independizarse a los 24 años. Para entonces ya contaba con una amplia experiencia en los distintos procesos productivos. De esta manera, cuando era necesario introducir nuevos productos o nuevas técnicas productivas, ya tenía el conocimiento de adoptar mejores decisiones.
Para aquellos interesados en aprender más de Wedgwood, les recomiendo leer la breve biografía (32 páginas) escrita por Nancy F. Koehn que se encuentra incluida en el libro “Creating modern capitalism. How entrepreneurs, companies, and countries triumphed in three industrial revolutions”, editado por Thomas K. McCraw.