Empresa, negocios y competitividad

La implementación de reformas fiscales en Guatemala; el incremento de los impuestos; la inseguridad, como marco general; la falta de garantías jurídicas sobre contratos; la dificultad en la contratación y despido, y otras cuestiones, son piedras en el camino de la inversión.

Resulta curioso escuchar a ciertos políticos prometer puestos de trabajo o crecimiento económico, de alcanzar el poder. Nunca entendí muy bien a qué se refieren, quizá porque no haya nada que comprender, y los resultados finales siempre han estado muy por debajo de las expectativas que generaron o de las promesas que hicieron.

Una empresa, un negocio, se comienza sobre la base de un proyecto personal, o de grupo. La visión de algo que sucederá en el futuro y que satisfará las expectativas de quienes lo visualizan. Requiere, además, de esa capacidad creativa, inversión, trabajo continuado, ajuste a la realidad cambiante de cada momento (demanda) y reglas claras. Si algo de lo anterior, o cualquier otro aspecto menor que pudiera contemplarse, se modifica bruscamente, es muy posible que el horizonte se acorte o que termine por desaparecer la ilusión y el proyecto.

Un Gobierno lo único que puede hacer en torno de la creación de empleo o generación de riqueza es salvaguardar los parámetros anteriores y conservarlos en un marco de suficiente conocimiento y claridad. Sin embargo, es práctica común el cambio de reglas una vez comenzado “el juego”. Se reforma la ley impositiva de forma sustancial, por lo que los costos evaluados por empresarios emprendedores cambian de forma drástica o inadvertida. Se incrementan los salarios mínimos mediante acuerdos políticos, modificando igualmente una serie de parámetros previamente establecidos. Se puede alterar el tipo de cambio o de interés sobre los préstamos, generando costos que no estaban contemplados. Las empresas, los empresarios, necesitan reglas claras para poder invertir.La implementación de reformas fiscales en Guatemala; el incremento de los impuestos; la inseguridad, como marco general; la falta de garantías jurídicas sobre contratos; la dificultad en la contratación y despido, y otras cuestiones, son piedras en el camino de la inversión. Es precisamente ahí donde el Gobierno debe de focalizar su atención y la ciudadanía sus reclamos y fiscalización. Si se reduce la carga impositiva, seguramente se generará más ahorro y habrá más disponibilidad para invertir.

Lo lamentable es que a estas alturas del tiempo todavía existan personas que crean que los gobernantes pueden crear puestos de trabajo más allá de preocuparse por conservar las condiciones citadas y observar las reglas indicadas. No es función política la creación de puestos de trabajo, más bien, un cometido empresarial que requiere de cierta dosis de visión, de riesgo y de capacidad de gestión. Es tiempo de que el ciudadano responsable comprenda los términos de la ecuación, tome el futuro en sus manos y exija a los gobernantes centrarse en realizar un trabajo que refuerce los pilares indicados. La inversión, nacional o extranjera es algo que se dará por añadidura al ofrecer un país donde se respeta el derecho ajeno y se observa una ética suficiente y deseable para poder generar desarrollo.

Es momento de reconducir políticas que pretenden objetivos inalcanzables porque simplemente no pueden dar el resultado que otros deben de promover. De no hacerlo, ocurrirá como en los últimos años, las inversiones (y los inversores) tomarán otro rumbo diferente que termina en países vecinos y que rechaza a Guatemala por no haber prestado atención a los problemas reales del país y a la misión más importante de la administración y de la gestión política responsable ¿Se puede?, la respuesta es sí. El problema es si se desea abandonar la corrupción, el pago de favores, el mercantilismo, la invasión de espacios, por parte del Gobierno, que no le corresponden y, sobre todo, el populismo dicharachero que no conduce a ninguna parte. Si deseamos desarrollo, es necesario prestar la debida atención a los temas pendientes ya comentados.

El contenido de Industria&Negocios no necesariamente representa la opinión de Cámara de Industria de Guatemala; cada artículo es responsabilidad de sus autores.

Cámara de Industria de Guatemala
Ruta 6, 9-21 Zona 4, Nivel 12
PBX: (502) 2380-9000
Correo electrónico: [email protected]

facebook linkedin