El Fondo Monetario Internacional (FMI) presentó el ocho de octubre una perspectiva de la economía internacional más pesimista que en anteriores informes de tan sólo unos meses atrás, al sostener que los pronósticos se han deteriorado y los riesgos han aumentado.
En su última entrega de las “Perspectivas Económicas Mundiales”, dada a conocer en Tokio, durante Asamblea Anual, el FMI prevé que la actividad económica internacional se irá fortaleciendo sólo gradualmente respecto del relativamente “decepcionante” ritmo alcanzado al comienzo de 2012.
El crecimiento global se proyecta en 3.3 por ciento para 2012 (0.2 puntos menos que la proyección de julio) y 3.6 por ciento para 2013 (0.3 puntos de recorte). Se espera que la producción avance de manera lenta en las economías desarrolladas pero que continúe comparativamente sólida en muchas de las naciones emergentes y en desarrollo. Se prevé que probablemente el desempleo se mantendrá elevado en muchas partes del mundo y que las condiciones financieras permanezcan “frágiles”.
El FMI proyecta que las economías avanzadas crezcan 1.3 por ciento este año, por debajo del 1.6 por ciento del año anterior y del tres por ciento registrado en 2010, debido al peso de los recortes de los gastos públicos y de los todavía débiles sistemas financieros.
También fueron reducidas las previsiones de crecimiento para los países emergentes a 5.3 por ciento para este año, contra el 6.2 por ciento logrado el año pasado. Países como China, India, Rusia y Brasil tendrían avances menores.
El “bajo crecimiento y la incertidumbre financiera en las economías avanzadas están afectando a los mercados emergentes y en desarrollo tanto por medio de los canales comerciales como financieros” sostuvo Olivier Blanchard, economista jefe del FMI. El funcionario estima una importante caída en el comercio mundial que avanzaría en 2012 sólo 3.2 por ciento, muy por debajo del 5.8 por ciento del año anterior y del 12.6 por ciento en 2010.
La eurozona registraría una declinación de 0.4 por ciento este año. Sin embargo, menores recortes fiscales y políticas de estimulo tenderían a mejorar las condiciones financieras permitiendo que el crecimiento llegue a cerca de uno por ciento en la segunda parte del año próximo.
En el caso de Japón se prevé un crecimiento de 2.2 por ciento para el año en curso, aunque con una desaceleración tras las tareas de reconstrucción que siguieron al terremoto que afectó a este país.
Condiciones diferentes
En los países en desarrollo de Asia, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) promediaría el 6.7 por ciento este año, con una aceleración a 7.25 por ciento en el segundo semestre.
El principal actor en este sentido sería China donde se espera que la actividad reciba un estímulo como consecuencia de la implementación de nuevos proyectos públicos en infraestructura. De todas maneras, China, que creció en 2011 un 9.2 por ciento según el organismo multilateral, este año su PIB cerrará en 7.8 por ciento y para 2013 repuntaría 8.2 por ciento.
En cambio, los pronósticos son inciertos para India, donde se ha registrado bajo crecimiento en la primera parte del año y una reducción de las inversiones. En 2012 se espera que el crecimiento se acerque al cinco por ciento pero los avances en las condiciones externas y distintas reformas anunciadas recientemente contribuirían a que la actividad se acelere a cerca de seis por ciento en 2013.
América Latina tendría un crecimiento de cerca de 3.25 por ciento en la segunda parte del presente año y se espera una aceleración a 4.75 por ciento en la segunda parte de 2013. Para Brasil, en particular, se estima una aceleración de la actividad en función de las políticas de estímulo fiscal a la demanda y el resultado del aflojamiento monetario. En este país, las tasas fueron recortadas en el equivalente de 500 puntos básicos desde agosto de 2011. (Liliana Franco / www.ambito.com).