Llegó el 25 de septiembre y, como estaba previsto, inició el operativo en la cárcel. Se suponía que los medios de comunicación se enterarían de la operación policiaca y militar hasta ese día en la madrugada, pero una filtración de última hora los alertó y, varios reporteros presenciaron los primeros movimientos de las fuerzas de seguridad.
REDACCIÓN INDUSTRIA Y NEGOCIOS
Los medios de prensa reportaron al día siguiente que todo empezó a las dos horas, con la presencia de efectivos de la Policía, del Ejército y del Sistema Penitenciario. Una especie de recuento de todo lo divulgado ese día y los posteriores, a través de la radio, prensa y televisión, se resume de la siguiente manera.
Grupos de agentes diferenciados por listones de dos colores en los brazos (celeste y rojo) y un comando que se separó para tomar el control de la torre interna del penal, no sin que antes otro grupo de los agentes de seguridad ocuparan cuatro torres ubicadas en el perímetro de la prisión. Las autoridades explicarían después que dicho movimiento fue estratégico para no solo controlar el desplazamiento de los reos sino para evitar que estos se apoderaran de la torre ubicada adentro de las paredes y desde allí causar daños a las fuerzas públicas del orden.(14)
Una hora y media después, cuatro tanquetas del Ejército invaden el penal y tras estos las fuerzas de seguridad avanzan hacia las casas, champas y bartolinas del reclusorio. Para las 6:40 horas, los reos habían sido sitiados, pero es cuando los medios reportan disparos provenientes de una tanqueta, de ametralladoras y de lanza gases lacrimógenos. El enfrentamiento culminó una hora después con el saldo de siete reos muertos.(14)
Para entonces, según los reportes de prensa, los directores de la Policía y del Sistema Penitenciario, así como el ministro de Gobernación, se encontraban en las afueras de las instalaciones. Estos dan una improvisada conferencia de prensa a las 9:30 horas enfrente de la puerta principal e ingresan a eso de las 10:15 horas al interior del reclusorio, en compañía de fiscales del Ministerio Público y de peritos en recolección de evidencias. El objetivo planteado meses atrás, con la aquiescencia del Gobierno central, se había cumplido.(14)
Reconocimiento
A cinco años del suceso, no solo el poder delictivo de los reos ha sido utilizado con notable frivolidad; la voluntad del entonces Presidente Óscar Berger y del ministro de Gobernación, Carlos Vielman, también han sido desatendidas con respecto a la magnitud del cambio que significó el operativo. De ahí que el texto del editorial de Prensa Libre, del 26 de septiembre, acerca de que “la acción de las autoridades debe ser vista como un esfuerzo para liberar a los ciudadanos comunes y corrientes de los efectos del crimen organizado que había tomado esa cárcel como refugio y, además, como centro de operaciones delincuenciales de todo orden”(4) reflejen el arrojo que prevaleció en las autoridades gubernamentales.
Entonces, cuando no existía la visión reduccionista de los acontecimientos, el procurador de los derechos humanos, Sergio Morales, afirmó a Prensa Libre que “era necesario retomar los reclusorios donde se planifican crímenes, asaltos y extorsiones”.(15) Por esas circunstancias, era previsible que las autoridades de Estado no podían soslayar su responsabilidad.
De acuerdo con los reportes de prensa, en numerosas oportunidades se reconoció la labor de los funcionarios. En Prensa Libre se registraron reflexiones como la siguiente: “Con la excepción obvia de los familiares de quienes murieron al enfrentarse a las autoridades, la acción realizada en la granja penal Pavón el lunes por fuerzas conjuntas de la policía y del ejército ha sido apoyada y sobre todo comprendida por la población. A este respecto caben algunas reflexiones, entre las cuales destaca una muy simple: la culpabilidad del extremo al cual se había llegado en esa cárcel es compartida por varios gobiernos del país. Las bandas de criminales se fueron adueñando de las instalaciones hasta integrar una especie de territorio libre”. (Mario Antonio Sandoval, 27 de septiembre).(16)
También en ese diario se hizo un sondeo entre los lectores, publicado el 28 de septiembre, y este fue el reporte: “Desde que se da la participación a los lectores, el resultado de este Voto Libre es el único que ha manifestado una inclinación unánime a un tema de trascendencia nacional. Los registros señalan que el 99.34 por ciento de las llamadas telefónicas expresó su apoyo a la decisión del Gobierno de tomar el control en una cárcel donde los reos habían creado una mafia desde 1989 (…) Un escaso 0.65 por ciento –55 llamadas telefónicas– reprobó la acción de las fuerzas combinadas. Se recibieron siete mil 640 llamadas telefónicas, pero al depurar, sumaron cinco mil 879 votos válidos”.(17)
En esa misma publicación, el oftalmólogo y experto en temas de seguridad Francisco Beltranena indicó: “Es tan interesante y compleja la opinión pública que, mayoritariamente (medida el martes-miércoles), considera que la acción para acabar con los Altos de Pavón y destruir Pavolandia ha sido la mejor acción que ha ejecutado el actual Gobierno de la República”.(18)
El día siguiente, el periodista Alfred Kaltschmitt escribió: “Aplaudo ese golpe y felicito al Estado de Guatemala por romper ese nefasto, inmoral e ilegal acuerdo de no intervención con el principal presidio del sistema penitenciario. (…) La operación antiamapola ejecutada en San Marcos y la recuperación de Pavón son dos acciones contundentes de este gobierno cuyo fruto principal es el mensaje implícito que conlleva: la guerra frontal contra los poderes ocultos que se han mantenido invisibles y han penetrado todo, estructuras gubernamentales, la economía, el sistema de justicia y la sociedad civil”.(19)
Comentarios de ese tipo, y con el mismo tono, se escucharon en programas de radio y televisión, así como en todos los medios escritos. En El Periódico, el ex jefe del Ministerio Público Acisclo Valladares puntualizó, el 28 de septiembre, lo siguiente: “El rigor del Estado se hizo sentir, finalmente, en las entrañas mismas de su propia corrupción. Cuando la autoridad no es sostenida, el ejercicio de la fuerza es necesario. La acción de gobierno realizada en Pavón abre el camino para la construcción de la Guatemala distinta que debe establecerse. Una Guatemala de orden y respeto bajo el estricto cumplimiento de la ley”.(20)
Apreciaciones de esa naturaleza se repitieron durante esos días. En Siglo Veintiuno, el 28 de septiembre, el jurista Eduardo Mayora Alvarado subrayó: “En una sociedad abierta hay lugar para todas las opiniones y, en relación con los operativos emprendidos por el Gobierno en la Granja Penal de Pavón, muchas se han expresado. La inmensa mayoría, a mi parecer, apoyando las medidas adoptadas. Esto se debe a la abundante evidencia de que ese centro penitenciario había caído en el caos y, no solamente había dejado de cumplir desde hace años su cometido como tal, sino que encima operaba como foco y fuente de criminalidad”.(21)
Y en la misma edición, el economista Ramón Parellada exteriorizó: “Debo reconocer que el Gobierno ha dado un paso grande en el rescate de la seguridad del país y esto lo aplaude la población”.(22)
“Era necesario retomar los reclusorios donde se planifican crímenes, asaltos y extorsiones”.
–Sergio Morales,Procurador de los Derechos HumanosPrensa Libre, 26 de septiembre, 2006.
99.34%expresó su apoyoa la decisión del Gobierno de tomar el control
–Voto Libre de 5,879 votos válidos. Sondeo telefónico realizado por Prensa Libre, y publicado el 28 de septiembre, 2006.