La desinformación de la población en general hace que se cree un sinnúmero de mitos que pueden ser fácilmente debatidos, pero debe generarse un clima de diálogo constructivo con la participación de todos los sectores del país.
POR CLAUDIA BARRIOS
COMERCIO EXTERIOR / CIG
Las últimas décadas han estado marcadas por procesos de liberalización del comercio y apertura de mercados. Los resultados de estos cambios, algunas veces, han sido positivos y, en otros casos, negativos, lo que ha dado como resultado que surjan entre la población y empresarios, ciertos mitos o realidades sobre los tratados de libre comercio. Esas dudas o mitos han surgido, principalmente, en torno al Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica y República Dominicana con Estados Unidos (DR-CAFTA, por sus siglas en inglés). Este acuerdo que ha despertado mayores expectativas entre la población y el empresariado nacional.
Y es que, muchas veces, tenemos dificultad para reconocer las ventajas que tiene para el país la liberalización del comercio ya que, aunque probablemente aceptamos que hay ventajas para la industria nacional, estas no llegan a los asalariados o a la población de menores ingresos. Esto es, precisamente, lo que argumenta el director ejecutivo de la Coordinación de ONG y Cooperativas (CongCoop) Elmer Velásquez. Él expresa que luego de evaluar los primeros cinco años de vigencia del DR-CAFTA, pidió a las autoridades guatemaltecas que denunciaran el pacto por ser lesivo a la economía nacional. Sostiene que no han aumentado las oportunidades de empleo, ni han disminuido los precios de los alimentos, como se había considerado en un principio.
Este proceso de aceptación debe darse paulatinamente pues solamente la promesa de crear más y mejores empleos no es suficiente para quitar el temor ya que, incluso, muchas veces se piensa que con los tratados de libre comercio las empresas multinacionales se apoderarán del país y quitarán el empleo a la población local.
Otro mito es que la población piensa que al entrar en vigencia estos acuerdos se privatizarán los servicios esenciales como salud y educación. Hay muchos sentimientos patrióticos que terminan siendo proteccionistas y se ve a los tratados comerciales como invasiones extranjeras, cuando la realidad es que estos acuerdos solamente dan certeza en las reglas del juego.
a desinformación hace que se cree un sinnúmero de mitos que pueden ser fácilmente debatidos, pero debe generarse un clima de diálogo constructivo con la participación de todos los sectores del país.
El DR-CAFTA provee certeza para las relaciones comerciales, permite la planificación a largo plazo de negocios con Estados Unidos y se facilita el incremento de la inversión de ese país en Guatemala. También es una herramienta de mucha certeza para las inversiones de terceros países.
Todo lo anterior se traduce en beneficio para los consumidores y los empresarios pero, sobre todo, para las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), las cuales ahora tienen una oportunidad de sumarse a la actividad exportadora, ya sea directa o indirectamente.
Otros beneficios del DR-CAFTA incluyen la consolidación de las preferencias que tenía Guatemala con el CBI (Caribbean Basin Trade Partnership Act), las cuales eran otorgadas unilateralmente por Estados Unidos a plazos renovables. En resumen, el tratado ha venido a dar certeza a las reglas del juego; los empresarios tienen más seguridad de que sus exportaciones se realizarán siempre de la misma manera y se obtiene más inversión extranjera. Además, se logra la armonización de normas y se reduce la posibilidad de intervención y politización de la economía.