A continuación, el resumen de la explicación del presidente del Banco de Guatemala y de la Junta Monetaria, Edgar Barquín, respecto del incremento de la tasa de interés líder.
En la edición163 de mayo de 2011 de esta Revista, se publicó la opinión de Miguel Gutiérrez, analista de Central American Business Intelligence (CABI) titulada “Una vergüenza, llamada Junta Monetaria”. El señor Gutiérrez manifiesta preocupación por el efecto que tendría en la actividad económica al aumento de 25 puntos básicos en la tasa de interés de política monetaria, así como por el nivel del tipo de cambio nominal. El señor Gutiérrez, no con argumentos técnicos que justifiquen su postura, evidencia inequívocamente la carencia de un análisis integral y objetivo de los factores considerados por la Junta Monetaria (JM) para adoptar la decisión. A continuación se presentan las principales consideraciones legales y técnicas que sustentan la decisión:
En la determinación de la Política Monetaria Cambiaria y Crediticia para el 2011, la JM fijó las metas de inflación siguientes: a) 5% ± 1 punto porcentual para diciembre de 2011; b) 4.5% ± 1 punto porcentual para diciembre de 2012, y c) 4% ± 1 punto porcentual con un horizonte de convergencia de mediano plazo de 3 años. Estas metas obedecen al compromiso de anclar las expectativas de inflación de los agentes económicos, a efecto de que adopten las mejores decisiones de inversión, empleo, consumo y ahorro.
En segundo lugar, en general, en las decisiones de tasa de interés de política monetaria, no únicamente la adoptada en marzo de 2011, objeto de comentario del señor Gutiérrez, sino en todas las decisiones de tasa de interés de política monetaria, la JM y los cuerpos técnicos del banco central efectúan un minucioso análisis integral de la evolución reciente y prevista de un conjunto de variables macroeconómicas tanto externas como internas, con diversos escenarios, que permiten construir un balance de riesgos de inflación que sustente la decisión correspondiente. En tercer lugar, en la decisión de la tasa de interés líder adoptada en marzo de 2011, la JM tomó en consideración que la recuperación de las economías avanzadas estaba demostrando ser más fuerte y más rápida de lo que se esperaba, aunque los acontecimientos recientes de Japón y de Oriente Medio podrían motivar futuras reinversiones de los pronósticos de crecimiento económico para 2011. Asimismo, consideró, por una parte, que los incrementos en los precios internacionales de las materias primas, aunque sujetos a fluctuaciones importantes en el corto plazo, parecían reflejar una tendencia de largo plazo y, por la otra, que la recuperación económica en el país se podría ver afectada, también en el mediano plazo, por el creciente incremento en los precios del petróleo y derivados, aspecto que podría traducirse en mayores costos de producción para las empresas y en un aumento del costo de la canasta básica de los hogares guatemaltecos, razón por la cual era aconsejable tomar acciones de política monetaria, a fin de mantener ancladas las expectativas de inflación alrededor de las correspondientes metas de inflación de mediano plazo y prevenir una generalización de alza de precios hacia otros productos (efectos de segunda ronda).
En cuarto lugar, en el esquema de metas explícitas de inflación, régimen monetario en el que opera la política monetaria del país desde 2005, el tipo de cambio flexible (no determinado por la JM, sino por la oferta y la demanda), juega un rol importante para absorber choques externos, razón por la cual el Banco de Guatemala no tiene un objetivo cambiario, sino únicamente participa en el mercado institucional de divisas mediante una regla explicita, con el propósito de moderar la volatilidad del tipo de cambio sin afectar su tendencia. En este contexto, el incremento en la tasa de interés líder, a la que se ha hecho referencia, no es la causa de la apreciación cambiaria reciente, sino que obedece a la estacionalidad que se observa en el primer semestre de cada año.