El nivel del aumento de las exportaciones e importaciones sorprende a autoridades del banco central; el PIB podría superar las proyecciones iniciales.
HERNÁN GUERA | INDUSTRIA Y NEGOCIOS
La economía guatemalteca tiene señales de levantarse a pesar de los altos índices de inseguridad y la incertidumbre que genera la contienda electoral. En el primer cuatrimestre las exportaciones subieron 30.4 por ciento y las importaciones 24.1 por ciento, debido principalmente a factores externos, aunque a nivel doméstico, también es palpable la recuperación, como se refleja en un incremento en la venta de cemento y el comercio en general. Al menos esa es la teoría del vicepresidente del Banco de Guatemala (Banguat) y de la Junta Monetaria, Julio Suárez. De mantenerse ese dinamismo lo más probable es que las autoridades monetarias hagan en reajuste en sus proyecciones de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para el presente año. De hecho, a principios de junio, el banco central reestimó al alza el crecimiento, al proyectarlo entre 2.9 y 3.5 por ciento, superior al 3.2 que como máximo fue previsto en enero.
El intercambio comercial
Al 30 de abril, el valor de las exportaciones se situaba en US$3 mil 733.6 millones, superior en US$871.1 millones (30.4 por ciento) al monto registrado al mismo mes de 2010 (US$2 mil 862.5 millones). El ingreso de divisas por ventas de productos tradicionales como el café, azúcar y cardamomo había subido 33.8 por ciento, para sumar US$321.4 millones y los no tradicionales mostraban un aumento del 21 por ciento. Las exportaciones a Centroamérica representan un 23.6 por ciento y al resto del mundo, 42.3 por ciento.
Las importaciones también han sido más dinámicas de lo previsto al situarse en US$5 mil 245.6 millones, superior en US$1 mil 20.3 millones (24.1 por ciento) al valor registrado al mismo mes de 2010 (US$4 mil 225.3 millones). Este comportamiento ha estado influenciado por las variaciones positivas de los precios de las materias primas y productos intermedios para la industria, con US$337.4 millones (25.5 por ciento); combustibles y lubricantes, con US$267.5 millones (31.7 por ciento) y bienes de capital para la industria, telecomunicaciones y construcción, con US$143.2 millones (27.3 por ciento), los cuales, en conjunto, representaron el 73.3 por ciento de la variación.
Supera expectativas
Según el vicepresidente del Banguat, la actividad económica del país se ha comportado mucho más dinámica de lo previsto. Explica que ha sido una combinación de varios factores, aunque han predominado los externos, lo cual se ha traducido en más exportaciones, tanto en volumen como en más ingreso de divisas. Los precios del café, azúcar y cardamomo, han alcanzado niveles históricos y el sector exportador nacional ha aprovechado esa coyuntura, añade.
A nivel interno, el funcionario expuso que también ha empujado la actividad productiva, el alza en el crédito bancario al sector privado, con un incremento del ocho por ciento. Sin embargo, advierte que persisten los riesgos externos que pueden enfriar el desenvolvimiento del aparato productivo no sólo de Guatemala sino de toda Latinoamérica. Citó, entre otros riesgos, los altos niveles de desempleo en Estados Unidos que pudieran reducir la demanda de productos que Guatemala le vende a ese país y, por ende, una reducción en el ingreso de remesas familiares. También existe la incertidumbre de un mayor aumento de los precios del petróleo y la posible agudización de una crisis financiera en Europa. “Algunos países de la Unión Europea enfrentan grandes desafíos por sus problemas de deuda y, si la situación de esos países se complica, también podría afectar la actividad económica de la región”, sostiene Suárez. “Por lo tanto, aunque la economía guatemalteca se muestra bastante dinámica, la incertidumbre existe, no ha pasado”, precisa. Además, persisten los riesgos inflacionarios provocados por el alza en granos básicos y derivados del petróleo. La inflación interanual a mayo había aumentado a un nivel de 5.76 por ciento, con una expectativa de seis por ciento para diciembre.
“Un buen año”
José Raúl González, del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales, reconoce el dinamismo de la economía del país en el presente año. No obstante, explica que debe tomarse en cuenta que al hacerse la medición se parte de un año malo, como fue 2010. González añade que ese movimiento positivo se percibe en las exportaciones, en aumento en las ventas de cemento, en el consumo de bebidas y en las importaciones. “Eso es positivo a pesar de que los precios del petróleo han sido altos”, concluye.
