Feb-11 Aumento al SALARIO MÍNIMO

UN GOLPE BAJO A LAS EMPRESAS FORMALES Y A LA PRODUCTIVIDAD DEL PAÍS

El presidente de la República, Álvaro Colom, quiso congraciarse con la clase trabajadora del país y decretó un incremento al salario mínimo de casi un 15 por ciento a partir del uno de enero. Pero, en realidad, la medida ha caído como balde de agua fría no sólo entre las empresas que generan masivos puestos de trabajo sino también entre miles de personas que empiezan a quedarse desocupadas.

Y la razón es simple. Los salarios son un factor más en los costos de producción de cualquier empresa y para mantener los mismos márgenes tienen que ver cómo hacen los reajustes pues de lo contrario, no pueden subsistir. Pero la medida del Gobierno tiene severas consecuencias y absorberla no es tan simple, pues hay sectores que, como la industria de vestuario y textiles, que exporta el 100 por ciento de su producción y que no puede trasladar esos costos al comprador de otros países. Si lo hace, sale de mercado; las empresas y, el país en general, pierden competitividad, explicó el empresario de la industria de accesorios textiles y representante de las cámaras empresariales en la Junta Monetaria, Sergio de la Torre. A su vez lamentó que la decisión del gobernante haya sido tomada sin ningún estudio técnico de la realidad económica y productiva del país. “Es imposible que las empresas locales puedan trasladar esos costos a los consumidores porque la economía de Guatemala es abierta y debemos competir con todo lo importado”, añadió De la Torre. “Las empresas exportadoras tampoco pueden hacer eso pues saldrían de mercado; perdemos competitividad”, sostuvo.

Pero lo más lamentable, según De la Torre, es que la gran mayoría de guatemaltecos trabaja en el sector informal y recibe un salario mucho más bajo que el mínimo. De la Población Económicamente Activa, estimada en unos seis millones de guatemaltecos, apenas poco más de un millón tiene empleos formales.

“Para los exportadores es decepcionante que el ministro de Trabajo nos llame para pedirnos que colaboremos con el cierre ordenado de las empresas”: Carlos Arias, presidente de Vestex.

Efecto nefasto

El vicepresidente de Cámara de Industria de Guatemala (CIG), Arturo Rodríguez, explicó que el incremento al salario mínimo tiene severas repercusiones en la mayoría de empresas aunque en algunas más que en otras, según sea la actividad productiva de cada una. No se puede decir que afecta más a las grandes o a las pequeñas pues depende del giro del negocio. Por ejemplo, si se toma como grande a una empresa fabricante de ropa (maquila) para exportar y que sus mayores costos están en la mano de obra, prácticamente con esta medida sale de mercado, explicó. Otras empresas que venden en el mercado local han empezado a recortar sus planillas pues tampoco es fácil agregar esa alza salarial al valor de sus productos o servicios porque también compiten con las importaciones, añadió Rodríguez. En suma, el vicepresidente de CIG consideró que el aumento de salarios tiene efectos negativos en una variedad de actividades; su incidencia varía entre una y otra, dependiendo su actividad.

Más desempleo y menos competitivos

Los estragos en la industria textil se han empezado a sentir. Unos seis mil trabajadores han sido despedidos en enero pero el número irá en ascenso, según los programas de reacomodo de costos de las empresas, explicó el presidente de la Comisión de Vestuario y Textiles, Carlos Arias. Esta es una instancia adscrita a la Asociación Guatemalteca de Exportadores.

Este sector ocupa a alrededor de 60 mil personas en 280 maquiladoras y es el principal generador de divisas por exportaciones (US$1 mil 400 millones al año) y aporta un seis por ciento al Producto Interno Bruto. Arias indicó que en una primera medida la planilla laboral de la industria textil se reducirá en un diez por ciento pues es la única manera de empezar a reducir costos.

“Esta medida ataca directamente la productividad de las empresas; nosotros nunca hemos estado en contra de que los trabajadores devenguen un salario más alto pero eso tiene que ir ligado a la productividad”, señaló Arias. A la vez, lamentó que el Presidente no haya tomado en cuenta estudios técnicos antes de decretar el incremento. “Pedimos una evaluación técnica responsable y que se reconsidere la medida pues el impacto no sólo es en nuestro sector; afecta también al transporte de insumos y materiales de empaque”, añadió el empresario.

“Este aumento es, a todas luces, arbitrario y sin ningún estudio técnico; el resultado será más desempleo y la informalidad irá en aumento”: Arturo Rodríguez, vicepresidente de CIG.

Rechazo generalizado

El decreto presidencial ha provocado un generalizado rechazo entre el sector productivo. Todos coinciden en que al mandatario se “le fue la mano con un alza de casi el 15 por ciento”. Por medio de un comunicado, la Federación de la Pequeña y Mediana Empresas (Fepyme), deploró la medida gubernamental. Exigió que no se antepongan intereses políticos a los “legítimos intereses del desarrollo económico del país”. Consideró que el alza salarial obliga a pequeñas y medianas empresas a evaluar despido de trabajadores.

El mismo sentimiento expresó la Cámara Empresarial de Comercio y Servicios (Cecoms). El presidente de esta organización, Guillermo González, pidió al Presidente de la República tomar en cuenta los “efectos adversos” que provocará en pequeños comercios y empresas la decisión de elevar el salario mínimo, porque pone en riesgo el empleo de muchos guatemaltecos. González propuso un debate serio sobre la necesidad de reformular las políticas públicas en torno al empleo a tiempo parcial y sus implicaciones favorables en la productividad. De acuerdo con los comerciantes agrupados en la Cecoms, “este arbitrario aumento del salario mínimo va en contra de cualquier fundamento técnico y demuestra la urgente necesidad de actualizar el mecanismo de fijación de salarios”.

En ese sentido, expuso que “la situación general de Guatemala no es la mejor para improvisar decisiones políticas que sólo procuran favorecer a algunas personas, en perjuicio de la mayoría”.

El sector exportador también se pronunció en contra de la medida. El presidente de la Asociación Guatemalteca de Exportadores, Carlos Amador, consideró que con la medida, la proyección de las exportaciones guatemaltecas se reducirá en un 40.5 por ciento en 2011 o el equivalente a US$451 millones que el país dejaría de percibir en divisas. Luego del optimismo que había invadido a los empresarios a finales del 2010, cuando se previeron que en 2011 habría un crecimiento de las exportaciones del 13.7 por ciento, incluso hasta un 15.4 por ciento (US$1 mil 112 millones), si se impulsaban medidas  relacionadas con las políticas públicas, hoy, los inunda el pesimismo y la preocupación, afirmó Amador.

A su vez, el sector de manufacturas ve con preocupación esta situación y adelantó que generará presiones inflacionarias, afectando a los productos guatemaltecos y favoreciendo los productos importados que de por sí ya están favorecidos por la política de la sobrevaloración del tipo de cambio, indicó Amador.

El presidente de la Cámara del Agro, Otto Kuhsiek, también deploró el decreto salarial. “Esto impacta en los pequeños productores y el resultado será pérdida de puestos de trabajo porque tienen que ajustar sus costos”, señaló el empresario. Explicó que el 40 por ciento de los costos agrícolas corresponde a salarios, de ahí la incidencia del alza.

“Con la aprobación, por cierto, nada técnica, del aumento del salario mínimo, Guatemala le está pavimentando el camino a las empresas para que se vayan a otro país”: Carlos Amador, presidente de Agexport.

“Se le fue la mano”

Luis Linares, analista y ex ministro de Trabajo, admitió que a Colom se “le fue la mano con el incremento”. Lo ideal es que el salario mínimo sea un acuerdo consensuado entre empleadores y trabajadores con la participación del Gobierno”, sostuvo.

Por lo pronto, la postura del Gobierno parece inflexible. El Vicepresidente de la República, Rafael Espada, reiteró a la Prensa que no habrá marcha atrás pues es justa.

MÁS SECTORES SE UNEN AL CLAMOR DE PEDIR SEGURIDAD

Organizaciones gremiales se unieron a la propuesta que Cámara de Industria de Guatemala (CIG) ha planteado el Gobierno para mejorar la seguridad en el país. Se unieron, la Gremial de Telefonía, la Asociación Nacional de Generadores de Energía Renovable y la Asociación de Usuarios del Transporte Urbano. “Nuestra Preocupación aumenta, los niveles de inseguridad aumentan, la inversión se ahuyenta y nuestras gremiales sienten el impacto de una violencia que no habíamos visto; hechos que conmueven a la sociedad, que la paralizan y que atentan contra el normal desenvolvimiento del quehacer industrial y el desplazamiento ciudadano”, expresó el presidente de CIG, Juan Antonio Busto, al momento de hacer el pronunciamiento.

El presidente de CIG precisó que en los tres años del actual Gobierno, han muerto de manera violenta, 16 mil 694 personas, número que, aunque menor a 2010, no significa que haya menos violencia, explicó.

ASÍ QUEDARON LOS SALARIOS MINIMOS

AGRÍCOLA Y NO AGRÍCOLA

Q2,187.54 / mes

SECTOR TEXTIL

Q2,058.7 / mes

Incluye la bonificación de Q250.00

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