¿Qué capacidad tiene el Gobierno para reconstruir el país con calidad? ¿Lo hará priorizando las áreas más vulnerables? ¿Entregará las obras a tiempo? Si cumple o no, no será lo más importante, sino que lo haga con transparencia y a la luz de todos los guatemaltecos.
Tras el paso de la tormenta tropical Ágatha, ha llamado la atención la propiedad con la que el Gobierno presentó las “cifras” estimadas de lo que costaría la reconstrucción del país. En un inicio dijeron que nos costaría Q3mil millones, más adelante dijeron que quizá serían Q6 mil millones y ahora dicen que la misma estaría en unos Q7 mil millones. No nos extrañaría que en unos meses esta suba a Q9 mil millones, dada la inoperancia que el Ejecutivo ha mostrado hasta el momento para cuantificar verdaderamente los costos de la reconstrucción.
Estamos de acuerdo que después de una tragedia como esta, cueste mucho dar números exactos, pero lo que no es permitido es que un día la cifra sea una y al otro la misma se duplique o triplique, cuando estamos hablando de miles de millones de quetzales y no de centavos. Lo que termina sucediendo al final de cuentas es que estos cambios generan una mayor desconfianza en la población, sobre todo cuando el Gobierno aparece en los medios hablando de un tema tan delicado como la creación de nuevos impuestos destinados específicamente para atender la reconstrucción. Además, esto es una muestra más de la “consistente inconsistencia” que ha demostrado el Gobierno en más de 28 meses de gestión.
No objetamos la necesidad de habilitar nuevamente la infraestructura del país, es más, en Cámara de Industria de Guatemala, desde un inicio, nos hemos ofrecido para apoyar y agilizar la reconstrucción.
Estamos conscientes que tenemos que hacer un esfuerzo financiero muy grande, pero basado en estudios y diagnósticos claros que nos garanticen la capacidad del Gobierno para atender la reconstrucción con calidad y eficiencia. Más importante aún es que el Gobierno tiene que entender que el daño causado por Ágatha y el Volcán de Pacaya no sólo fueron sensibles en la infraestructura, sino también en el aparato productivo del país, por lo que también debe existir ese compromiso para que se promuevan incentivos que permitan su rápida reconstrucción.
Creemos que para que se cumplan estos objetivos, lo mejor sería considerar la necesidad de integrar una Comisión Multisectorial que permita fiscalizar y garantizar que la reconstrucción se realice con calidad y transparencia y no que se haga a raja tablas, de forma arrebatada y sin ningún control. En este momento el Gobierno tiene la obligación y, sobre todo, la oportunidad de construir con calidad, para reducir las pérdidas que futuros eventos naturales puedan ocasionar.
En cuanto a las fuentes de financiamiento se refiere, creemos que lo más importante y sano será reorientar los recursos de algunos programas vigentes y destinar créditos externos ya aprobados para otros objetivos. Sin embargo, también se deben hacer estudios para determinar qué programas podrían tener esa capacidad sin afectar sus funciones, porque no consideramos que sea sensato que dependencias tan importantes y necesitadas como el Ministerio de Gobernación, tengan que verse obligadas a financiar otros presupuestos como ya se ha hecho con una reciente transferencia de Q200 millones de esta cartera a otra entidad.
El tiempo nos va a demostrar si el Gobierno tuvo la voluntad y capacidad de ejecutar una verdadera reconstrucción con calidad, priorizando las áreas más vulnerables y entregando a tiempo las obras. Como Cámara de Industria de Guatemala seguiremos apoyando la reconstrucción y velando porque los recursos de los contribuyentes sean utilizados con transparencia y sin fines oscuros.
Javier Zepeda
Director Ejecutivo Cámara de Industria de Guatemala