El beneficio de este convenio está en que Europa no podrá cambiar las normas unilateralmente, aunque sectores como la agroindustria azucarera no quedó satisfecha pues la cuota asignada es modesta.
Industria y Negocios
El Acuerdo de Asociación (AA) de Centroamérica con la Unión Europea entraría en vigencia en 2012. Aunque en términos generales la industria exportadora del país y las autoridades del Ministerio de Economía manifestaron su satisfacción en torno a las condiciones del Acuerdo, hay ciertos sectores como la agroindustria azucarera que no quedó del todo satisfecha, pues esperaba que Europa fuera más flexible y permitiera una cuota más amplia para Guatemala y la región.
José Orive, director de Azucareros del Istmo Centroamericano (AICA), sostuvo que la apertura es muy limitada para los países del área, tomando en cuenta que Europa es una región deficitaria que importa grandes cantidades. Según el AA, alrededor del 99.2 por ciento de la producción industrial tendrá acceso inmediato y libre de aranceles a la UE, destacando el calzado y la confección.
Lo más relevante, según el presidente del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF), Carlos Amador, radica en la certeza pues el AA tendrá ventajas respecto de las preferencias que ya otorgaba la UE por medio del Sistema General de Preferencias (SGP Plus). “Hay un cambio sustancial aunque haya críticas de algunos sectores; ahora Europa no podrá modificar las reglas a su antojo y esa es una ventaja”, expuso. Consideró que se lograron acuerdos importantes en productos que no estaban incluidos en el SGP, como arroz, azúcar, banano, bebidas alcohólicas (rones y otros licores), camarones y café (tostado y molido). Fueron excluidos de obligaciones de desgravación productos como carnes (bovino, porcino, aves), cereales, aceites vegetales, determinados productos agroindustriales, así como tomate, cebolla y papa (frescos y procesados)
Los sectores industriales que presentan mayor grado de sensibilidad ante la apertura comercial, como acero, plásticos, vidrio, calzado y manufacturas de papel, fueron beneficiados con las desgravaciones de 15 años.
El banano, tendrá acceso por medio del pago de un arancel y un esquema específico. Fue acordada la rebaja del arancel aplicable a una tarifa de 75 euros en un plazo de diez años, que empieza a correr a partir del 2010. Esto representa una reducción de más del 50 por ciento del nivel que será aplicado a países no socios comerciales de Europa y con ello se resuelve una vieja disputa que había enfrentado a ambas regiones en complemento del acuerdo alcanzado en el ámbito de la Organización Mundial Comercio. El ministro de Economía, Rubén Morales, manifestó su complacencia por los términos del AA. “Si no hubiera sido ventajoso para Guatemala no lo hubiera firmado; visualizamos que el mercado europeo está listo para recibir nuestras mercancías”, expresó.
En otras áreas, Morales explicó que se adecuaron las capacidades de producción tanto de Guatemala como del resto de países del área. “Europa accedió a que, si en Centroamérica no tenemos suficiente papel podamos importarlo y mandarles el producto final, por ejemplo”. En cuanto al café, también se acordó que la regla de origen será a partir del grano cosechado en cada país, indicó.
Los accesos a Europa
Las hortalizas y frutas, procesadas o cosechadas, ingresarán a la UE libre de aranceles, incluyendo maíz dulce, ajo y hongos.
Para el azúcar, la UE autorizó una cuota de 150 mil toneladas métricas para los cinco países que deberán repartirse de común acuerdo, con un incremento anual del tres por ciento anual.
La sensibilidad del sector lácteo fue respetada pues la mayoría de productos fue excluido de obligaciones de desgravación arancelaria (leche fluida, yogurt, mantequilla y helados, entre otros). Y aquellos para los cuales habrá un trato preferencial (leche en polvo y quesos maduros) se aplicará únicamente a un volumen determinado (400 y 600 toneladas métricas) sin desgravación para el excedente. En el caso de leche en polvo ese monto representa alrededor del dos por ciento de las importaciones mundiales de Guatemala y para quesos, menos del por ciento.
Para la agroindustria se acordaron reglas similares: El aceite de palma, galletería, preparaciones de cereales y panadería, la apertura será unilateral; ambas regiones abrirán sus mercados. Igualmente, se acordaron plazos de desgravación con una asimetría de hasta quince años para chocolates y bebidas no alcohólicas.
El sector de bebidas con contenido alcohólico fue beneficiado con la apertura total de la UE y asimétrica de alcohol etílico, incluyendo etanol, con una regla de origen que propicia la integración vertical de la cadena productiva. Guatemala será de los pocos países de la región que no asume compromisos para la revisión de su legislación tributaria en este tema, mientras que el resto sí tendrá que realizar revisiones. El ron embotellado centroamericano ingresará a la UE libre de aranceles en un plazo de tres años, mientras que el ron a granel lo hará por medio de un cupo de 800 mil litros con un crecimiento anual del 10 por ciento, en tanto que el vino europeo gozará de libre acceso. El whisky será desgravado en seis años, el vodka en 10 y la cerveza en 15 años. Estos plazos son mayores o semejantes a los establecidos en otros tratados comerciales suscritos por Guatemala.
Las reglas de origen
Se mantiene el derecho de Guatemala y la región de contar con zonas francas y regímenes especiales.
La Unión Europea aceptó que los países del área puedan utilizar materias primas de Colombia, Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela en la elaboración de productos y que estos se consideren originarios. También quedó abierta la posibilidad de aplicar el mismo criterio en caso de insumos provenientes de México, Chile y el Caribe.
Para aquellas reglas de origen difíciles de cumplir se creó un mecanismo para modificar esa norma. Centroamérica pidió cambiar 79 reglas y la UE aceptó la mayoría, entre las que destacan la acuicultura, papel, plásticos, medicamentos, refrigeradores, muebles de madera, motocicletas, bicicletas, bombas fumigadoras, lámparas, harina de trigo y sus derivados, secadoras de pelo, baterías (pilas eléctricas, maní, harina de maíz y frijoles enlatados).
Adicionalmente, la UE otorgó acceso con regla flexible a un volumen determinado de láminas de plástico (cinco mil toneladas), cables eléctricos y arneses (20 mil toneladas) y a preparaciones de atún y productos de confección.