No basta ayudar en lo micro, es necesario el liderazgo decidido de los empresarios para reorientar la gestión de la educación. Los recursos monetarios pueden ser importantes pero resultan más importantes los aportes en liderazgo, compromiso y generación de innovaciones.
Por Verónica Spross de Rivera *
La participación empresarial en la educación es importante, principalmente porque la preparación del recurso humano o colaboradores de las empresas depende, en buena medida, del éxito o fracaso de los sistemas que brindan educación formal y no formal.
¿Qué podemos hacer los empresarios? En primer lugar, como empresarios demandantes de talento humano y conocedores de las exigencias del entorno empresarial, podemos orientar la definición de contenidos educativos pertinentes. Como profesionales con habilidades propias del mundo empresarial podemos transferir y aplicar con éxito conocimientos y herramientas para mejorar la gestión de recursos para la educación.
Como miembros de la comunidad podemos contribuir aportando recursos privados, monetarios o no monetarios, para apoyar, desde una perspectiva filantrópica, proyectos e iniciativas encaminadas a mejorar la calidad y la gestión de la educación. Y, como ciudadanos podemos liderar iniciativas tendientes a posicionar la educación como un propósito nacional y apoyar la generación de conocimiento que alimente continuamente el diseño de políticas educativas.
Empresarios por la Educación, con estos antecedentes en mente, está contribuyendo en nuestro país al análisis de la situación del sistema educativo, con el fin de dar recomendaciones para el fortalecimiento del sistema educativo encaminadas a mejorar en la cobertura, la calidad y la equidad, en beneficio de los niños, niñas y jóvenes guatemaltecos. Además de aportar recomendaciones de política educativa se considera importante dar a conocer las buenas prácticas nacionales e internacionales.
Muchas empresas, directamente o a través de sus fundaciones, apoyan a las escuelas cercanas o tienen programas de apoyo a nivel regional o nacional. Sin embargo, no basta ayudar en lo micro, es necesario el liderazgo decidido de los empresarios para reorientar la gestión de la educación. Los recursos monetarios pueden ser importantes pero resultan más importantes los aportes en liderazgo, compromiso y generación de innovaciones. El trabajo en redes y alianzas “potencializa” los resultados de los proyectos.
El estudio Mapeo de Inversión Privada en la Educación (2008) indicó que los esfuerzos del sector privado en la educación son importantes, especialmente en capacitación de docentes, introducción de tecnología, becas y otros programas de apoyo a la educación. El aporte principal del sector privado es su enfoque en el largo plazo, la construcción de alianzas y el liderazgo que se genera en las personas que llevan a cabo los programas y proyectos. Se concluye que la educación debe contar con la participación de todos los sectores, no sólo de los gobiernos y los educadores.
Empresarios por la Educación pretende hacer recomendaciones en beneficio de niños y niñas y jóvenes guatemaltecos.