Axel Alburez | www.balambe.com
Diseño de ambientes laborales “biofílicos” y actividades más “verdes” al personal, incrementan el capital humano.
Como consecuencia del creciente movimiento ambientalista por el cual atraviesa el mundo, en los años de 1980 se empezó a popularizar el término “biofilia”, el cual rápidamente fue infiltrándose en los campos educativos, de la construcción, medicina, psicología y empresariales.
Este movimiento “biofílico” se dio gracias a la intervención de los varias veces premiados doctores Stephen Kellert y Edward Wilson, de las universidades de Yale y Harvard, respectivamente, a través de sus constantes publicaciones y, especialmente, por la salida al mercado del libro “The Biophilia Hypothesis”.
La “biofilia” demuestra la necesidad que el ser humano tiene de interrelacionarse con otros seres vivos, plantas o animales. Esta conexión la hace de una manera involuntaria debido a una fuerza natural que le provoca una satisfacción física y mental, lo que le trae como consecuencia un incremento en sus capacidades intelectuales y espirituales.
Aunque este concepto nos pareciera que no es cosa de otro mundo, la “biofilia” ha venido a puntualizar los efectos positivos que tiene en nuestra vida diaria, dando lugar a estudios que concluyen que incrementado el contacto con la naturaleza, la sociedad puede tener sustanciales mejoras en general.
En el campo de la salud, por ejemplo, el profesor Roger Ulrich, PhD, de la Universidad de Texas A&M, publicó un estudio en el cual cuantificó la diferencia en recuperación de un grupo de pacientes sometidos a cirugía, demostrando que aquellos que tuvieron ventanas viendo hacia árboles se recuperaron más rápido y requirieron menos calmantes contra el dolor, que aquellos que miraban a otras edificaciones. Jeremy Faludi, www.worldchanging.com
En el campo de la productividad, el Dr. Kellert afirma que los trabajadores en oficinas con vistas a la naturaleza y con mayor exposición a la luz solar, reportan menos frustración, mayor satisfacción y eficiencia en sus labores que aquellos que no gozan de estas características. Por ello, no son casualidad los resultados positivos derivados del diseño de lugares de trabajo más verdes o “biofísicos”, en los que el nivel de ventas y la productividad se incrementan, mientras los costos por enfermedades y ausentismo de los colaboradores se reducen constantemente.
En la educación y capacitación del personal, es donde la “biofilia” y las disciplinas relacionadas tienen uno de sus mayores aportes. Está comprobado que tan solo la exposición a más luz solar en las aulas puede aumentar entre 10 y 15 por ciento la capacidad de los estudiantes. Por otra parte, la Dra. Edith Cobb concluye que existe una relación directa entre la creatividad e imaginación de los adultos y el tiempo que estuvieron expuestos a la naturaleza en su niñez. (The Ecology of Imagination in Childhood. Spring Publications, 1993).
De lo anterior, se puede concluir que la productividad del capital humano puede incrementarse dándole una visión más “biofílica” al diseño de los ambientes laborales y a los procesos de capacitación del personal, brindándoles actividades y oportunidades más “verdes”, que estimulen todos sus sentidos y tengan efectos profundos en sus capacidades familiares, sociales y económicas.