Siempre surgen nuevas maneras de innovar lo ya revolucionado, este es el caso del concepto de “cloud” o nube. Si bien el enfoque de la filosofía de “cloud” se orienta a “cloud computing”, que contiene a “cloud storage” -y a todo lo que en un centro de datos podamos encontrar- la idea esencial es adquirir mediante una conexión de Internet o comunicaciones remotas, todo el potencial de un centro de datos sin la necesidad de invertir en él.
Esto se logra mediante el también ya conocido “posting”, pero llevado a un nivel superior. Los usuarios de este servicio se alejan, en buena medida, de las preocupaciones y gastos que conlleva tener un centro de datos propio.
Así es como el “cloud” funciona, y si nos dirigimos a los medios de almacenamiento podemos decir que el valor no sólo radica en la optimización en costos, espacio de colocación, aire acondicionado, mantenimiento y personal que lo administre, sino en el valor que el software aporta a este tipo de soluciones donde la administración es esencial en todos los sentidos ya que ésta se traslada desde los usuarios a los administradores del “cloud” y es aquí en donde se multiplica la necesidad, no sólo de contar con los mejores equipos y software.