Después de muchos años de trabajo las personas desean jubilarse; cuando este momento llega pueden experimentar diversas emociones y sensaciones hasta contradictorias.
Al inicio de la jubilación las personas disfrutan de la libertad de no estar sujetas a un horario determinado, de no tener que realizar largos recorridos de ida y vuelta a sus centros de trabajo y las inclemencias del tiempo, de poder disfrutar la comida en casa, pasar más tiempo con la familia y, sobre todo, poder descansar cuando el cuerpo así lo requiere.
Sin embargo, una vez pasada esta etapa, la mayoría comienza a generar algunos sentimientos no previstos como el sentirse improductivas, a veces tristes o nostálgicas, deprimidas, etcétera. Si este período se prolonga es muy probable que inicie un proceso de pérdida o deterioro de la autoestima.
Usted puede; inténtelo
Primero es oportuno investigar si su empresa tiene un plan o programa de retención de talentos que le permita continuar en la organización, independientemente de su edad. De igual forma, las jornadas de medio tiempo o plazas temporales tanto de su especialidad u otra afín, o que le resulte atractiva o fácil de desempeñar, puede ser una opción. Los conocimientos, tanto académicos como prácticos que se hayan adquirido previamente, pueden resultar de mucha utilidad para continuar trabajando después de la jubilación.
Otro idioma permite hacer traducciones para empresas como manuales, instructivos, procedimientos, cartas o para revistas y de cualquier otro tipo. De igual forma, se pueden impartir clases especializadas sobre diversos temas: computación, inglés u otro idioma, matemáticas, dibujo, primeros auxilios o contabilidad. Desarrollar actividades como guías de turistas teniendo como base los conocimientos sobre historia y geografía locales.
Se pueden impartir cursos, talleres o conferencias para empresas o grupos particulares sobre temas específicos o experiencias personales.
Actualmente por la falta de tiempo y de personal especializado se requieren constantemente servicios de planeación y organización de eventos empresariales, sociales, familiares, deportivos, etcétera.
También, muchas personas imparten clases o cursos de cocina nacional o internacional, corte y confección, tejido y cualquier otra manualidad.
El ramo de la elaboración y venta de productos alimenticios es uno de los más nobles para quienes lo han aprendido; puede ofrecerse el servicio en el propio domicilio o en el lugar en donde las personas o empresas lo requieren.
Se pueden comercializar arreglos para toda ocasión, utilizando flores y frutas tanto en la decoración de las empresas, dependencias y en eventos particulares. Si se cuenta con un vehículo es posible brindar el servicio de transporte a escuelas, empresas o particulares. La entrega a domicilio de víveres y medicinas como un servicio para personas solas o enfermas representa una posibilidad de obtener ingresos.
Hay una gran variedad de actividades que pueden ser alternativas de empleo para las personas que han llegado a la jubilación. Para lograrlo, es necesario vencer una serie de temores que impiden actuar con seguridad y confianza, ya que todos pueden realizar trabajos que nunca han hecho o que no se han atrevido a hacer.
(Colaboración de Manpower).
Después de jubilado puede hacer actividades como dar asesorías, clases, organización de eventos, etc.