Feb-09 Lección de economía en el bar

David R. Kamerschen, Ph.D.
Profesor de Economía, Universidad de Georgia

Supongamos que todos los días, diez hombres se reúnen a tomar cerveza en un bar y la cuenta para los diez sale en Q100. Si ellos pagan la cuenta según el procedimiento como se pagan los impuestos progresivos, tendremos algo como:

  1. Los primeros cuatro hombres (los más pobres) no pagarían nada.136_page5_image1
  2. El quinto pagaría Q1.
  3. El sexto pagaría Q3.
  4. El séptimo pagaría Q7.
  5. El octavo pagaría Q12.
  6. El noveno pagaría Q18.
  7. El décimo (el más rico) pagaría Q59.

Los diez hombres bebían en el bar todos los días y parecían contentos con el arreglo de pagos hasta que un día el dueño del bar los puso en qué pensar. “Dado que ustedes son tan buenos clientes” les dijo, “les voy a reducir el costo de las bebidas diarias en Q20. Ahora, las cervezas para ustedes diez costarán Q80 en lugar de los Q100 de antes”.

El grupo aún quería pagar las bebidas de la misma manera que pagamos los impuestos así es que los primeros cuatro hombres no salieron afectados. Ellos seguirían bebiendo gratis. Pero, ¿qué pasó con los otros seis que sí pagaban? ¿Cómo podrían dividir los Q20 de descuento para que cada uno tuviera su “parte justa”?

Se dieron cuenta que los Q20 dividido entre seis daba Q3.33. Pero si restaban esta cantidad de la parte de cada uno, entonces al quinto y sexto hombres les tendrían que pagar para que tomaran su cerveza. El dueño del bar sugirió que sería más justo reducir la cuenta de cada uno en un monto proporcional y procedió a hacer los cálculos. Y sugirió lo siguiente:

  1. El quinto hombre, al igual que los primeros cuatro, ahora no pagaría nada (ahorro del 100%).
  2. 136_page6_image1El sexto hombre ahora pagaría Q2 en lugar de Q3 (ahorro del 33%).
  3. El séptimo hombre ahora pagaría Q5 en lugar de Q7 (ahorro del 28%).
  4. El octavo hombre ahora pagaría Q9 en lugar de Q12 (ahorro del 25%).
  5. El noveno hombre ahora pagaría Q14 en lugar de Q18 (ahorro del 22%).
  6. El décimo hombre ahora pagaría Q49 en lugar de Q59 (ahorro del 16%).

Cada uno de los seis quedó mejor que antes y los primeros cuatro seguían bebiendo sin costo. Pero, una vez afuera del bar, los hombres comenzaron a comparar sus ahorros.

“Yo sólo me quedé con Q1 de los Q20”, dijo el sexto hombre; y señaló al décimo hombre diciendo, “¡pero él se quedó con Q10!”. “Sí, es cierto”, exclamó el quinto hombre, “yo también sólo ahorré Q1. ¡Es injusto que él haya obtenido diez veces más que yo!”. “¡Sí!”, gritó el séptimo hombre, “¿Por qué debe él obtener Q10 cuando a mí sólo me tocaron Q2? ¡Los ricos siempre tienen ventaja!” “¡Esperen un momento!”, dijeron   al      unísono     los primeros cuatro hombres, “¡a nosotros no nos tocó nada! ¡Este sistema sólo sirve para explotar a los pobres!”

Los nueve hombres rodearon al décimo hombre y lo golpearon.

A la siguiente noche, el décimo hombre ya no regresó a tomar cerveza con ellos. Los nueve se sentaron a tomar las cervezas sin él, pero descubrieron algo importante    cuando         llegó   el momento de pagar la cuenta. No tenían suficiente dinero entre los nueve para pagar ni siquiera la mitad de la cuenta.

Y así es como funciona el sistema de impuestos con progresividad. La gente que paga los impuestos más altos tiene el mayor beneficio a la hora de una reducción de impuestos. Pero, cóbrenles muchos impuestos, atáquenlos por ser ricos y entonces simplemente se irán y ya no aparecerán. De hecho, se irán a tomar su cerveza a otros países en donde el entorno sea más amigable.

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