Transformación de la industria avícola en Guatemala, una historia de innovación y futuro

Comunicación CIGseptiembre 2025

Por: Esteban Castillo | Coordinador de Contenido Editorial de Cámara de Industria de Guatemala 

En una granja del altiplano guatemalteco, un productor consulta una pantalla que muestra datos en tiempo real, temperatura de las naves, consumo de alimento por ave y alertas de estrés térmico. Hace diez años, este hombre dependía de su experiencia y de su cuaderno de notas. Hoy, un sistema de inteligencia artificial (IA) integrado a sensores automatizados le permite gestionar miles de aves con una precisión que antes habría sido impensable. 

Esta escena es la fotografía del cambio de la industria avícola en Latinoamérica, un sector que ha transformado desafíos en oportunidades para innovar. Desde pequeños productores hasta grandes operaciones, están liderando esta evolución con herramientas y soluciones innovadoras. Con los avances en tecnología de Guatemala, el país tiene la oportunidad de incursionar y posicionarse como un referente en la agroindustria centroamericana. 

Esta es la historia de cómo la visión y el ingenio están redefiniendo el futuro de la avicultura. 

La fuerza de un sector clave 

Con más de 83 millones de aves registradas, el sector avícola guatemalteco es hoy el corazón de la economía nacional. Según el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (MAGA), casi siete de cada diez de ellas pertenecen a la producción tecnificada. Esa magnitud lo convierte en el principal rubro ganadero del país, con un aporte estimado del 2% al PIB nacional y del 9% al PIB agropecuario. Además, es responsable de cerca del 60% de la proteína animal que consumen los guatemaltecos y de la generación de 36,000 empleos directos y más de 300,000 indirectos.

Pero más allá de las cifras, lo relevante es lo que representan; seguridad alimentaria, empleo y desarrollo en comunidades rurales que dependen de la avicultura para sostenerse y crecer. 

Adaptarse para sobrevivir 

Esta transformación tiene sus raíces en la necesidad. Cuando el precio mundial del maíz y la soya subió en 2022 un 18%, muchos productores tuvieron que replantearse su manera de trabajar. En regiones donde las altas temperaturas reducen el rendimiento avícola, los productores enfrentaron la decisión de adaptarse o arriesgarse a quedar fuera del mercado. 

La respuesta se encuentra en invertir en tecnología. Hoy, más de 50 mil granjas en el país cuentan con algún nivel de tecnificación y para el 2025 el 68% de ellas ha modernizado al menos un proceso clave, según datos del MAGA. 

Inteligencia artificial, el cerebro de la granja 

Por su parte, la inteligencia artificial puede impulsar esta evolución como un aliado cotidiano. Algunos productores utilizan plataformas que analizan datos para prevenir riesgos sanitarios y para controlar brotes de enfermedades avícolas. Además, sensores conectados a sistemas de IoT pueden ajustar automáticamente la ventilación y parámetros ambientales, optimizando el bienestar de las aves y fortaleciendo la competitividad de pequeños productores.

En una granja promedio de aves, esto equivale a salvar miles de dólares por ciclo. La IA optimiza la alimentación a través de sistemas automatizados que ajustan la dosis según el peso y la edad de las aves. Estas soluciones no son exclusivas de grandes operaciones; algunos productores más pequeños de latinoamérica han adoptado versiones accesibles, compitiendo en un mercado cada vez más exigente. 

Drones, los ojos del cielo 

En Guatemala crece el interés por los drones como herramienta para supervisar desde el aire la salud de los animales, detectar zonas afectadas por enfermedades u optimizar rutas de alimentación y sanitización. En 2023, el MAGA reportó un aumento en el uso de drones para agricultura de precisión en Guatemala, una práctica que incide también en la avicultura. Estas aeronaves no tripuladas supervisan vastas extensiones de terreno, identificando puntos de estrés en los cultivos o monitoreando el estado de las instalaciones de manera rápida y segura. 

En 2024, un estudio piloto del programa AgriLAC usó drones multiespectrales en Totonicapán y Zacapa para hacer diagnósticos agronómicos en cultivos de pequeña escala, lo que sirve de espejo para lo que puede hacerse en avicultura al ampliar su uso. 

Sin embargo, el camino tiene obstáculos. La automatización plantea preguntas sobre el empleo. ¿Cómo equilibrar la eficiencia con la mano de obra local? En la capacitación se encuentra la respuesta. Por ejemplo, en la región norte de Guatemala, se han desarrollado programas de formación que han convertido a trabajadores agrícolas en técnicos de drones y análisis de datos. Esta estrategia mejora la productividad y fortalece el tejido social en comunidades rurales. 

Sostenibilidad, el compromiso del futuro 

El sector avícola ha comenzado a internalizar que producir más, no basta; debe hacerse con respeto al entorno. En 2025, el Programa Nacional de Sanidad Avícola (PROSA) incluyó jornadas de capacitación sobre compostaje como método sostenible para el manejo de mortalidad de aves, reemplazando prácticas menos amigables con el ambiente. Esta técnica reduce la contaminación y aprovecha lo que antes era un residuo.

Grandes inversiones están impulsando la sostenibilidad en el sector. Recientemente se inauguró una granja avícola en Chiquimulilla, Santa Rosa, con una inversión de más de US $8 millones. Esta granja tiene la capacidad de alojar a 472 mil aves, representando más de 1.25 millones de libras de pollo mensuales. 

Además, la inversión en energías renovables es una prioridad. Las inversiones en paneles solares en el sector agroindustrial han aumentado en los últimos años, con un notable impacto en la reducción de costos operativos y la huella de carbono. Las granjas que han adoptado esta práctica contribuyen a la protección del medio ambiente y mejoran su competitividad al reducir su dependencia de fuentes de energía no renovables. 

Los retos de la innovación 

El camino, sin embargo, no está libre de obstáculos. En esta industria, el alto costo inicial limita la adopción de tecnología en granjas pequeñas y de subsistencia. Esto  dificulta la inversión en tecnología avanzada. A ello se suma la brecha de conectividad; la falta de infraestructura digital en muchas zonas rurales del país impide que los productores adopten sistemas de monitoreo en tiempo real. 

Para superar estos desafíos, es crucial que el Estado y el sector privado colaboren para expandir la cobertura de internet y ofrecer programas de capacitación técnica accesibles para todos. 

El reto también es cultural. Innovar implica cambiar la forma de pensar y de trabajar, involucrar a quienes están en la granja, a las comunidades vecinas y a las autoridades. Solo con un esfuerzo compartido es posible que la innovación sea un motor de desarrollo para todos. 

El horizonte del futuro, un legado en construcción 

Con un crecimiento económico nacional proyectado del 4.1% para 2025, la avicultura tiene el potencial de catalizar cadenas de valor extendidas, integrando derivados como huevos procesados y productos cárnicos en mercados centroamericanos. La adopción de la llamada ‘Avicultura 4.0’, que combina IA, biotecnología y monitoreo remoto, es una oportunidad para que Guatemala sea un proveedor de alimentos y, además, un exportador de innovación. 

En el fondo, esta historia no trata solo de aves y de cifras, sino de personas. De guatemaltecos que se levantan antes del amanecer, de trabajadores que aprenden nuevas habilidades, de familias que encuentran en la avicultura un medio de vida. Hablamos de un colectivo que ha sabido leer el momento y actuar con decisión. Los productores del país han demostrado que la tecnología es una herramienta para construir resiliencia y para legar, a las generaciones que vienen detrás, un sector más competitivo, capaz de alimentar a millones mientras lidera en la región. 

El contenido de Industria&Negocios no necesariamente representa la opinión de Cámara de Industria de Guatemala; cada artículo es responsabilidad de sus autores.

Cámara de Industria de Guatemala
Ruta 6, 9-21 Zona 4, Nivel 12
PBX: (502) 2380-9000
Correo electrónico: [email protected]

facebook linkedin