Por: Lara Barquero
Motivada por el deseo de tener un impacto real en Guatemala, Jessie Arroyave fundó CIMA (Centro de Intervención con Método ABA) a los 25 años, una empresa enfocada en el desarrollo de niños con autismo a través del método de análisis conductual aplicado (ABA, por sus siglas en inglés). Además, se convirtió en la primera guatemalteca certificada como BCBA (Board Certified Behavior Analyst) en el año 2019.
Al terminar sus estudios en el extranjero, Jessie sintió la necesidad de contribuir con los servicios para niños con autismo y sus familias, por lo que regresó a Guatemala para fundar CIMA. Al crear su propia empresa, Jessie enfrentó varios retos que le permitieron demostrar su capacidad y experiencia, ya que, debido a su edad, muchos dudaron de su credibilidad y experiencia.
Como mujer joven, muchas veces tuve que demostrar doblemente mi capacidad, tanto frente a profesionales como frente a familias”.
Frecuentemente en su trabajo, Jessie se enfrenta con estereotipos relacionados a la aceptación de las diferencias cognitivas de sus pacientes entre familias. Ella se dedica a eliminar esos prejuicios y enseñarle a las familias a aceptar y comprender las características únicas de sus hijos.
Jessie ha logrado salir adelante como líder a través del crecimiento del campo ABA, formando y entrenando su propio equipo de trabajo en CIMA. Jessie es la única guatemalteca que ha publicado artículos en revistas científicas especializadas en su área, y también se dedica a educar al público guatemalteco sobre los métodos ABA a través de podcasts y otros medios.
En diez años me veo habiendo contribuido significativamente a crear mayor conciencia sobre el ABA y el autismo en Guatemala y en Latinoamérica. Espero que CIMA haya evolucionado no solo como clínica, sino también como un centro de formación, con cursos, programas y redes de apoyo que permitan capacitar a nuevos profesionales y fomentar el crecimiento del análisis conductual en la región”.
Jessie aconseja a las mujeres jóvenes emprendedoras que siempre tengan en mente su propósito y el valor que tiene su proyecto para ellas. Sugiere rodearse de una red de apoyo, pedir ayuda cuando es necesaria, y mantenerse informadas sobre el presente de su campo. Pero más que todo, Jessie las anima a confiar en sí mismas y seguir adelante con su visión al momento de emprender. Jessie demuestra ser un ejemplo a seguir para las jóvenes empresarias de Guatemala por su innovación y liderazgo visionario.