Por: Esteban Castillo | Coordinador de Contenido Editorial en Cámara de Industria de Guatemala
La industria de alimentos y bebidas no solo alimenta al país, también impulsa cadenas de valor, empleo formal, transformación tecnológica e innovación. Con una trayectoria de 139 años, Castillo Hermanos, una de las corporaciones más influyentes de Guatemala y la región, ha consolidado su posición como un actor clave en este sector. A través de su división de alimentos -VPA-, la empresa ha demostrado un compromiso con la nutrición, la innovación y la sostenibilidad, enfrentando los desafíos del mercado con estrategias que buscan la competitividad y el bienestar de sus consumidores.
En una reciente conversación con Fernando Montenegro, vicepresidente de VPA, se exploraron estos temas, ofreciendo una visión clara sobre el impacto de la industria y el rol que Castillo Hermanos desempeña en ella. Desde su perspectiva, Fernando destaca la relevancia estratégica de este sector.
Yo creo que la industria de alimentos y bebidas en Guatemala ha sido un motor importante en múltiples sentidos, no solo a nivel económico, sino a nivel de país”.
Para él, una industria fuerte en alimentos y bebidas reduce la dependencia externa en un ámbito tan esencial como la alimentación, manteniendo precios competitivos para los consumidores.
“Hemos sido de alguna u otra forma pioneros”, afirma Fernando, subrayando que la división de alimentos, creada hace 65 años, nació con el propósito de abordar una problemática estructural: la nutrición. “El origen de todo fue eso, cómo ayudamos a resolver el tema de nutrición en el país”.
Ese origen noble sigue siendo el núcleo de VPA. Fernando lo describe con orgullo: “Yo le digo al equipo que tengo el honor de liderar que, en mi opinión, esta es la división más noble de Castillo Hermanos, porque desde el inicio nació con el propósito de enfrentar un problema que, tristemente, hasta la fecha sigue acechando Guatemala”. A partir de esa misión inicial, la división ha expandido su oferta, adaptándose a las necesidades del mercado y consolidando categorías que hoy la posicionan como un referente regional.
Desafíos y estrategias en un entorno complejo
Sin embargo, el camino no está exento de desafíos. Fernando identifica dos grandes obstáculos que enfrenta la industria. El primero es estructural: la débil infraestructura del país que encarece y complica las cadenas de suministro. “Es muy complejo, y eso hace que cada vez sea más difícil lograr mantener la competitividad”, señala. Para afrontarlo, VPA ha implementado medidas como aumentar inventarios en momentos críticos y buscar alternativas logísticas que equilibren los costos, asegurando que los productos sigan siendo accesibles y atractivos para el consumidor.
El segundo desafío es adaptarse a las demandas cambiantes de los consumidores. “El consumidor sigue pidiendo cosas que sean ricas, cosas que realmente satisfagan sus gustos y no necesariamente va siempre alineado con lo que es más saludable”. Para responder, la división invierte en investigación y desarrollo, utilizando herramientas como la inteligencia artificial y manteniendo un diálogo constante y cercano con el mercado. “Estamos buscando con nuestros equipos estar mucho en contacto con el consumidor, saber qué es lo que a ellos les gusta”, comenta.
Sostenibilidad como eje transversal
La sostenibilidad, otro pilar transversal en esta industria, también marca el rumbo de Castillo Hermanos. La corporación ha diseñado una estrategia integral que abarca cinco ejes: ambiental, social interno, social externo, gobernanza y sostenibilidad del negocio. En el ámbito social interno, VPA dirige el programa ‘Fortificados’, una iniciativa que busca mejorar la nutrición de los hijos de los colaboradores. “La idea es ayudar y guiar a los padres de familia a asegurar que los niños tengan sus necesidades nutricionales cubiertas”, detalla Fernando. Este esfuerzo incluye jornadas con nutricionistas que evalúan el desarrollo de los niños, especialmente en sus primeros mil días, y ofrecen seguimiento personalizado cuando se identifican problemas. “Cuando detectamos que algún hijo de nuestros colaboradores no tiene su nivel de nutrición correcto, le damos un seguimiento personalizado, inclusive a veces vamos a la casa de los colaboradores”, añade.
A nivel ambiental, la corporación avanza hacia una matriz energética más renovable, con un 60% de su consumo ya proveniente de fuentes sostenibles, mientras que otras divisiones, como la de empaques, lideran proyectos como la planta de reciclaje PET más grande de Centroamérica. Estas iniciativas reflejan un compromiso corporativo con objetivos ambiciosos, como lo describe Fernando: “Tenemos un plan bien analizado y con objetivos, de hecho, bastante agresivos”.
Proyectos que marcan la diferencia
Entre los proyectos que más enorgullecen a VPA está, precisamente, ‘Fortificados’, pero también destaca el enfoque de innovación. “El cereal de Incaparina fue resultado de ese proyecto y fue la innovación del año para el Congreso Industrial de Cámara de Industria del año pasado”. Este proceso, que ha refinado los modelos de innovación de la división, ha permitido lanzar productos competitivos que fortalecen sus marcas, manteniendo relevancia en el mercado. “Creo que hemos logrado tener procesos y modelos de innovación interesantes que nos permiten sacar cada vez mejores productos a un precio competitivo”.
El liderazgo de Fernando, quien asumió la vicepresidencia de VPA en diciembre de 2020, gira en torno a dos ejes: construir un equipo de alto desempeño y reposicionar las marcas. “Hemos traído ejecutivos espectaculares y hemos logrado desarrollar también a gente que ya tenía un rato con nosotros”, explica. Además, reconoce que las marcas, a veces relegadas por los procesos industriales, son fundamentales. “Estamos asegurándonos de ponerles muchísimo enfoque”, afirma, resaltando su cercanía con el consumidor como un diferencial clave.
Una visión de largo plazo, un legado para el futuro
Su trayectoria, que incluye más de 15 años en la industria, comenzó por una mezcla de pasión familiar y oportunidad profesional. “Mi papá trabajaba en Cervecería Centroamericana desde que yo nací. Y es un tema que yo creo que en la familia llevamos en la sangre y en el corazón”. Entró a Castillo Hermanos en 2002, atraído por la visión de otros liderazgos, y ha transitado por áreas como servicio al cliente, logística y operaciones en Panamá, donde estuvo durante 12 años, antes de liderar VPA.
Con esta experiencia, considera que la industria de alimentos “es muy noble porque siempre trata de cubrir de la mejor forma y al mejor precio posible las necesidades del consumidor, en términos tan importantes como su alimentación y nutrición”.
Mirando al futuro, Fernando aspira a dejar un legado de fuerza y relevancia.
Me gustaría dejar una división de alimentos muy robusta, con una posición muy fuerte en el mercado, con marcas que realmente le hablen al consumidor”.
Ese legado se alinea con el propósito corporativo de ‘compartir y celebrar cada momento en la vida de nuestros consumidores, generando bienestar y desarrollo sostenible en beneficio para las comunidades’.
Para los jóvenes que ven en esta industria una oportunidad, su consejo es: “Nunca nos podemos olvidar del consumidor, de estar cerca de él, de escucharlo, de entender qué es lo que necesita”. Es una industria exigente, pero llena de posibilidades para quienes trabajen incansablemente con energía y visión a largo plazo.
La trayectoria de Castillo Hermanos y su división VPA, guiada por una visión estratégica y un compromiso con la innovación y la sostenibilidad, consolida su posición como un pilar fundamental en la industria de alimentos y bebidas, no solo en Guatemala, sino en toda la región, dejando una huella indeleble en el bienestar y el desarrollo de las comunidades. Fernando Montenegro, con su liderazgo, se suma a las acciones de la corporación para alcanzar un propósito mayor, el de alimentar con pasión para un mundo mejor.