Hacia una cultura de seguridad laboral

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 3 mil personas mueren en el trabajo cada día, dos cada minuto.

La seguridad y salud ocupacional se refiere a garantizar, por medio de reglas, regulaciones e información, el bienestar físico y mental de los trabajadores de una empresa. Aplicar dichas regulaciones mejora el ambiente general de trabajo, reduce el riesgo de accidentes o muerte de los empleados, además de mejorar la eficiencia en general de la empresa, permitiéndoles hacer sus labores en condiciones que mejoren la productividad. Implementar medidas de salud y seguridad evita costos económicos innecesarios, mejora el tiempo de vida de la maquinaria, mobiliario y materiales en general.

Cada año hay 250 millones de accidentes, ocho cada segundo. Los niños trabajadores sufren alrededor de 12 millones de accidentes al año, de los cuales 12 mil son fatales. La OIT estima que, si se cumplen las medidas de seguridad necesarias a la hora de trabajar, se pueden salvar hasta 600 mil vidas cada año.

En 2021, en Estados Unidos las medidas de seguridad que más se violaron fueron la protección contra caída, protección respiratoria, uso correcto y mantenimiento de escaleras, comunicar algún peligro potencial y el uso de andamios, entre otros. El sector construcción fue el más afectado.

En el país, los sectores que más accidentes registran son la agricultura, servicios e industria. Según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI) 2021, el sector agropecuario tiene una tasa de informalidad del 88.86% y las industrias manufactureras y constructoras del 67.81% y 76.1% respectivamente. Esta alta tasa explica por qué son los sectores con más incidencia de accidentes, pues dependen principalmente del uso de maquinaria pesada para ser productivos. Al estar en la informalidad no hay incentivos para promover un uso seguro y adecuado de los mismos.

La información sobre el manejo de nuevas tecnologías y sustancias peligrosas es vital para la reducción de accidentes”.

Desde el 2020, el principal riesgo en el área laboral es el contagio de enfermedades, sobre todo de COVID-19. Según la OIT, los lugares cerrados de trabajo, como las oficinas, presentan 18.7 veces más riesgo de contagio que los espacios de trabajo abiertos. Se han enfatizado los esfuerzos en crear ambientes más sanos para los trabajadores que no pueden optar por hacer sus labores desde casa.

¿Qué medidas impone el Ministerio de Trabajo y Previsión Social (MINTRAB) para procurar los espacios de trabajo seguros e higiénicos? En el reglamento general sobre higiene y seguridad en el trabajo se establece que todos los lugares de trabajo deben tener un comité u organización dedicada a velar por la higiene y seguridad del área. Estos deben procurar que todo el equipo funcione de manera adecuada.

El problema entra cuando en una empresa no existe un supervisor o regulador, el cual es el caso en la mayoría de los negocios que recaen en la informalidad. Sin la obligación externa de velar por la seguridad de los empleados, los patronos informales ven estas medidas como un gasto, sin tomar en cuenta las serias consecuencias de no aplicarlas.

“Hemos logrado grandes avances, pero si tomamos en cuenta que 7 de cada 10 guatemaltecos se emplean en la informalidad, es imposible tener certeza sobre la implementación de medidas de prevención de riesgos para los ciudadanos en sus trabajos. Especialmente en sectores como la agricultura, la industria y los servicios, donde el peligro de accidentes y tragedias laborales aumenta”, dijo Eduardo Girón, director ex officio de Cámara de Industria de Guatemala (CIG).

La seguridad y salud ocupacional no se debe ver como un gasto, sino como una inversión”.

Para los países más avanzados e industrializados, las prioridades deben centrarse en los factores psicológicos relacionados a las relaciones y la gestión laboral, ya que generalmente existen normas de seguridad establecidas y una cultura de seguridad y salud ocupacional más arraigada. En países que gran parte de su economía se basa en trabajo manual, la información sobre el manejo de nuevas tecnologías y sustancias peligrosas es vital para la reducción de accidentes, sobre todo en empresas que manejan materiales nocivos o pesados.

La seguridad y salud ocupacional no se debe ver como un gasto, sino como una inversión. Invertir en el bienestar de los empleados y sus familias, y crear un ambiente sano, eficiente y bien informado en el que se desenvuelvan de manera correcta para sentirse cómodos y protegidos, es fundamental.

Por: Christian Schieber | Analista económico de la Dirección de Análisis Estratégico de Cámara de Industria de Guatemala (CIG)

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