ODS 12: para lograr el crecimiento económico y desarrollo sostenible, es urgente reducir la huella ecológica a través de un cambio en los métodos de producción y consumo de bienes y recursos.
Los empresarios guatemaltecos estamos a 10 años de rendir cuentas de las metas de desarrollo sostenible. Esto ha generado grandes expectativas para el crecimiento económico, el desarrollo social y el cuidado del medioambiente en nuestro país y el cambio de conducta para garantizar una producción más sostenible.
Las modalidades de consumo sostenibles van desde la reducción, eliminación de envases y empaques no indispensables, sustitución con materiales biodegradables, hasta la transformación completa de nuestro estilo de vida.
Una gestión sostenible requiere de un uso más eficiente de los recursos naturales. La necesidad de preservación de los bosques, de la biodiversidad, la recuperación de nuestras cuencas, ríos y lagos; la disminución del consumo de leña, la adecuación a métodos de producción menos riesgosos, el desarrollo de uso de energías renovables no fósiles. Donde la aplicación de estas normas de consumo permita mejorar los costos de producción de nuestras empresas e impulsar significativamente la economía del país, siendo más amigables con el planeta y con la salud de las personas, sin perder de la vista la pobreza, la desnutrición crónica y la precariedad de calidad de vida de la mayoría de guatemaltecos.
El consumo sostenible también se ocupa del desperdicio de alimentos desde la cadena de producción y suministro. Sería loable para las empresas nacionales abordar este tema dentro de una iniciativa para dar apoyo a los afectados, permitiendo una seguridad alimentaria a la niñez para alcanzar ese desarrollo y futuro tan deseando.
¿Hasta dónde llega nuestra responsabilidad?
El ciclo de vida de nuestros desechos sigue el principio de quien contamina paga. Lo que conlleva a nuestra responsabilidad desde la producción hasta el final de la cadena de consumo de todo material que llegue a ser desecho; debe ser parte de una cadena de recuperación, reciclaje o revalorización que permita generar nuevas materias primas o productos para beneficiar tanto a la economía y al medioambiente. Reduciendo nuestra huella ecológica con sabiduría y pertinencia social, en un ciclo virtuoso de prácticas sostenibles en perfecta armonía con la naturaleza y el desarrollo sostenible de nuestra Guatemala, de cara al 2030.
Melissa Calvo de Knoepffler
Directora ejecutiva / BIOTRASH