La Banca Central, ¿un respaldo para las crisis?

El financiamiento del Banco de Guatemala al Gobierno Central será posible, porque cuenta con un buen nivel de reservas y estabilidad en varias variables.

Uno de los aspectos más importantes para medir la solidez de un Banco Central son los activos de reserva o las Reservas Monetarias Internacionales (RMI); de acuerdo con la definición del Fondo Monetario Internacional (FMI) en su sexto Manual de Balanza de Pagos, son los activos financieros sobre el exterior que están bajo el control y a disposición de las autoridades monetarias para financiar o regular desequilibrios de pagos o para otros fines.

Las variaciones en las tenencias de reservas pueden reflejar desequilibrios de pagos o reacciones ante ellos, la intervención oficial en el mercado cambiario para influir sobre el tipo de cambio y/o otras acciones o influencias. Según la Ley Monetaria (Decreto 17-2002), las RMI de Guatemala están integradas por:

– Oro, billetes y monedas extranjeras; depósitos en divisas en bancos nacionales y extranjeros, títulos a favor del Banco Central, Derechos Especiales de Giro en el FMI, aportes a organismos financieros internacionales considerados como reservas, u otros activos que la Junta Monetaria califique como tales.

La Ley Orgánica del Banco de Guatemala, Banguat, (Decreto 16-2002) establece que a este le corresponde administrar las RMI, para lo cual la Junta Monetaria mediante la resolución 101-2018 establece la política de inversiones que debe seguir el Banco Central del país.

¿Para qué sirven las RMI?

El fin de las RMI o activos de reserva es para atender la demanda de divisas cuando estas son insuficientes o se escasean, o para cualquier contingencia, según la política monetaria, cambiaria y crediticia del país.

Se pueden analizar al final de la balanza de pagos, las cuales contablemente son una cuenta con la que se iguala a cero el saldo de dicho balance. Estas aumentan o disminuyen con los préstamos en monedas duras que ha contratado el Gobierno, compras de divisas que la Banca Central ha realizado en el mercado cambiario para equilibrar el tipo de cambio, los intereses generados por las inversiones de estas, entre otras razones, por lo tanto, no son producto de un incremento en el ahorro nacional.

Dentro de los criterios más comunes para saber si existe un buen nivel de activos de reserva en un país están:

– Que alcancen como mínimo para cubrir un trimestre de importaciones, que, para el caso de Guatemala, con cifras al cierre de 2019, las reservas fueron de US$14 mil 789.0 millones y un trimestre de importaciones fue igual a US$4 mil 487.6 millones.

– Que alcancen para pagar la deuda de corto plazo, lo cual se cumple ya que, de acuerdo con cifras del Ministerio de Finanzas, al 31 de diciembre el déficit fiscal fue equivalente a US$444.1 millones.

– Que representen por lo menos el 20% de los medios de pago totales en la economía, lo cual se cumple, ya que al cierre del año pasado se observó que estos fueron equivalentes a US$36 mil 191.4 millones.

De acuerdo con el Decreto 13-2020, el Congreso de la República invocó el artículo constitucional 133, en el que se establece que solo en casos de catástrofe o desastres públicos el Banco de Guatemala puede otorgar financiamiento al Gobierno Central.

El fin de dicho préstamo es para compensar y mitigar la crisis económica ante la COVID-19 dentro del territorio nacional, la cual contempla tres fondos millonarios para apoyar a la población vulnerable.

– El primero es de Q6 mil millones, se denomina Fondo Bono Familia, para otorgar aportes de hasta Q1 mil a la población más afectada económicamente por la crisis. Los recursos serán ejecutados por el Ministerio de Desarrollo Social (Mides).

– El segundo es de Q2 mil millones, destinados al Fondo para la Protección del Empleo, el cual será administrado por el Crédito Hipotecario Nacional (CHN) y ejecutado bajo los requerimientos y lineamientos del Ministerio de Economía en coordinación con el Ministerio de Trabajo.

– El último es de Q3 mil millones, destinados al Fondo de Crédito para Capital de Trabajo, que tiene como objetivo financiar en forma directa, o través de los mecanismos financieros necesarios capital de trabajo con condiciones blandas para mantener la capacidad productiva.

El financiamiento del Banco de Guatemala al Gobierno Central es posible, porque cuenta con un buen nivel de reservas y estabilidad en las siguientes variables:

– Tipo de cambio, inflación, tasas de interés, entre otros parámetros de referencia.

Sin embargo, el dinero no saldrá de los activos de reserva o RMI, sino directamente de las bóvedas del Banguat, lo que indica que será mediante lo que se conoce como emisión inorgánica, lo cual impactará en la inflación en el mediano plazo.

La operación contable consiste en que el Ministerio de Finanzas entregará bonos al Banco, este los registrará como crédito al sector público. Con esto incrementará el numerario en circulación y por medio del encaje de los bancos designados por el Gobierno, se trasladará para que se pueda gastar.

A continuación, se puede observar el comportamiento de la inflación y la oferta total de medios de pago en la economía M2 (numerario en circulación más depósitos monetarios y cuasidinero) durante los últimos 10 años.

De acuerdo con algunos teóricos de la economía, la inflación en el largo plazo es un fenómeno puramente monetario, que para Guatemala dentro del período analizado, se observa que las variables tienen la misma tendencia.

Para el caso de los medios de pago totales su promedio de crecimiento fue de 9.1% y para la inflación de 4.0%, la cual está dentro del horizonte de convergencia de largo plazo establecido por la autoridad monetaria (4.0% +/- 1.0%) es baja y estable.

Es importante señalar que, según las proyecciones de inflación a marzo 2020, esta será de 3.25% para finales de este año, 4.00% para finales de 2021, 4.69% en un plazo de 12 meses y 3.75% en 24 meses. Los medios de pago totales crecerán a finales de 2020 entre 6.0% y 8.0%; y para finales de 2021 entre 10.0% y 12.0%, con valores centrales de 7.0% y 11.0% respectivamente.

Colaboración especial:
Wagner Meneses / economista
[email protected]

El contenido de Industria&Negocios no necesariamente representa la opinión de Cámara de Industria de Guatemala; cada artículo es responsabilidad de sus autores.

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