La importancia del ejercicio
Cada inicio de año nos trazamos diferentes retos y nos enfocamos en metas que queremos lograr, pues buscamos ser cada vez mejores personas. Algunos buscan alcanzar metas académicas, otros buscan nuevos retos profesionales, muchos se proponen ser mejores amigos, hijos, parejas, etc. Pero algo que muchos buscan es mejorar la calidad de vida, a través de una dieta saludable y mejores hábitos. Lo que no todos piensan es que al iniciar mejores hábitos, mejor alimentación y una rutina de ejercicios adecuados, lograrán con mayor facilidad sus demás metas. Como dice el refrán “en cuerpo sano, mente sana”.
Los ejercicios físicos deben ser adecuados a cada persona, pues cada quien tiene un propósito y una salud distinta, por lo que es importante tomar en cuenta nuestra alimentación y estado físico. Al hacer un deporte, asistir al gimnasio, hacer caminata, ciclismo o cualquier esfuerzo físico es recomendable visitar al médico para que evalúe nuestro estado de salud y saber con certeza cuál actividad es la que mejor se adapte a nuestro cuerpo.
Muchas personas pueden tener deficiencia en los huesos, debido a problemas hereditarios, mala alimentación o inclusive por golpes físicos o caídas, por lo que es importante realizar ejercicios que no arriesguen las articulaciones. Si este es el caso se recomienda ejercicios como la bicicleta, natación y otros deportes que no dañen la salud de los huesos y articulaciones.
De tal manera que si se desean buscar nuevas actividades, ser mejor persona, ser mejor profesional y otras metas personales, lo mejor es iniciar con una buena alimentación que sea no sólo balanceada, sino que evite lo más posible alimentos perjudiciales como el exceso de productos de origen animal, las grasas, azucares y exceso de carbohidratos. Pero también es indiscutible que la mejor opción es ejercitarse de manera regular, buscando no sólo mejorar la apariencia sino el bienestar en general.
Es importante resaltar que las hormonas que regularmente se activan con el ejercicio físico son: 1. Hormona antidiurética, que ayuda a la eliminación de líquidos del cuerpo, por lo que es necesario tomar suficiente agua. 2. Hormona del crecimiento, que aumenta el volumen de los músculos, huesos y colágeno, así como la función del metabolismo de las grasas, lo cual ayuda a tener mayor fuerza física. 3. Endorfinas, que ayudan a aumentar el estado general de bienestar. 5. Vasopresina, que regula la hidratación.
Con los ejercicios también se genera adrenalina y noradrenalina que ayudan a elevar los niveles de glucosa en la sangre, aumentan la tensión arterial y flujo sanguíneo que estimula la sudoración y mejora la función muscular. La combinación de todos estos componentes positivos en el cuerpo ayuda a enfrentar la vida de manera más positiva y con mejor actitud. De manera que si se tienen metas de cualquier índole, se recomienda iniciar una rutina de ejercicios adecuada.