Por tercer año consecutivo los niños que forman parte del programa Proniño, colaboraron de manera voluntaria en la siembra de 1,000 árboles, los cuales fueron plantados en la extensión de un sector del Parque de las Naciones Unidas. Previo a la actividad, los participantes recibieron una charla de formación educativa enfocada en cómo realizar la siembra de frutos.
A través de esta actividad recreativa, los menores comprendieron cómo ser responsables con el medio ambiente. Según representantes de la organización, a los niños les gusta la idea de participar en este tipo de dinámicas, conscientes también del aporte que realizan.
Proniño es un programa que apoya a la educación de calidad y a las actividades que recreen a los infantes, con el objetivo de ofrecer mejores oportunidades de vida a uno de los colectivos más vulnerables de Latinoamérica, como lo son los niños y adolescentes trabajadores.