Javier Zepeda
Director Ejecutivo
Cámara de Industria de Guatemala
Este año, el gobierno emitió el Acuerdo Gubernativo 137-2014, gracias al cual se crea la Ventanilla Ágil de Importaciones (VAI), que a estas alturas lleva 3 meses de estar funcionando, tiempo suficiente para constatar los beneficios que dicha medida representará para el país.
Como muy pocas veces, una decisión gubernamental involucra a varios ministerios de Estado y a tres entidades privadas, porque es una decisión de Estado, con implicaciones no solo para las instituciones — porque obliga a prestar servicios más eficientes— sino para los ciudadanos que se ven beneficiados.
Con ese propósito por delante es que no podemos estar anclados en el pasado, mientras que el resto del mundo piensa en un porvenir en el que sector público y privado se ven juntos, y no en esas cosas que los ha traído por separado.
Calculamos que más de 40 mil importadores, tanto de materias primas como de productos terminados, serán beneficiados con un sistema que ahorra tiempo, reduce costos, procura más transparencia y ofrece más certeza, entre otras ventajas, que el lector podrá constatar en el artículo principal de este número, con información obtenida de primera mano.
Siempre es arriesgado predecir el futuro, pero ciñéndonos a los testimonios de quienes ya utilizan la VAI, podemos afirmar que este sistema ha marcado, con su implementación, una diferencia sustancial con respecto al pasado. Los tiempos actuales exigen modernidad y la competencia, eficiencia en todo nivel, algo que el Gobierno ha comprendido muy bien al implementar la Ventanilla.
La Guatemala de ahora afronta como reto de fondo la necesidad de ser más competitiva, y eso implica evolucionar, dejando atrás los obstáculos para el desarrollo, tal cual es una burocracia que se alimenta de trámites engorrosos, propiciadores de la ineficiencia y de la corrupción.
Ahora bien, este tipo de medidas tienen un aliciente especial, porque, a la larga, la más beneficiada es la ciudadanía por la que merece la pena modernizarse y quitarle cargas sin sentido, como exponerla a que realice un trámite de un mes, cuando lo pudo haber efectuado en una semana.
Se dice, a menudo con razón, que las instituciones del Estado no están a la altura de las necesidades de los ciudadanos y es por el simple hecho de que las instituciones no se ocupan realmente de los problemas de los ciudadanos que las sostienen. Por eso es no solo aconsejable sino necesaria toda medida que mejore la relación del ciudadano con el Estado.
Decía que el lector conocerá en las siguientes páginas los beneficios de la VAI, razones por las cuales Cámara de Industria de Guatemala decidió participar porque no podíamos desdeñar las voces de nuestros asociados demandando más eficacia y eficiencia en el Estado.