Esta normativa está sustentada en los convenios firmados por Guatemala con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), documento impreso el 28 de diciembre de 1957, pero que sigue vigente.
DRA. LUCRECIA HERNÁNDEZ DE VALDEZ | ASOCIACIÓN DE MEDICINA DEL TRABAJO (ASOMET)
Es importante que los médicos que laboramos en salud ocupacional conozcamos la existencia del reglamento que regula el tema en el país. Este rige los aspectos de salud preventiva y su nombre oficial es “Reglamento general sobre higiene y seguridad en el trabajo”.Esta normativa está sustentada en los convenios firmados por Guatemala con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), documento impreso el 28 de diciembre de 1957, pero que sigue vigente.Los artículos contenidos en este reglamento incluyen aspectos que deben cumplir los patronos y/o empleadores, colaboradores y/o empleados. Estas regulaciones se enfocan al beneficio de ambos grupos encargados del proceso productivo en las diferentes industrias.El patrono implementará las medidas adecuadas de seguridad e higiene para proteger la vida, salud y la integridad corporal de los trabajadores. Para cumplir con esta finalidad es necesario capacitar a todo el personal, organizar la seguridad dentro de la empresa, vigilar que las instalaciones y equipo de trabajo permanezcan en buen estado e, idealmente, deben implementarse exámenes médicos constantemente.Para ello las empresas deben contar con médicos comprometidos y capacitados en el área de medicina ocupacional, que si bien es cierto en el país no existe esta especialización, sí existe la posibilidad de que los profesionales se capaciten por medio de cursos, diplomados y simposios que brindan soporte al personal involucrado.Para que el reglamento cumpla su cometido, el compromiso de los colaboradores es de suma importancia. Los empleados deberán ser llevados a valorar su participación siguiendo las instrucciones que se generan, con la finalidad de proteger su vida e integridad corporal.El mejor ejemplo lo constituye el uso de su equipo de protección, cumplir los procesos de trabajo, contrarrestar las condiciones inseguras, conservar la conducta adecuada en las instalaciones y evitar los trastornos a causa del consumo de narcóticos o drogas.Pese a su antigüedad, el reglamento es bastante completo y logra normar aspectos de construcción de edificios (escaleras, pisos, ventilación, iluminación, temperatura, humedad y limpieza); se percata de las normas sobre mantenimiento de máquinas, manejo de electricidad, sustancias peligrosas y el uso de andamios.Otro punto importante es el buen uso y manejo de botiquines, artículos que si bien es cierto nos ayudan en determinados momentos, si no se tiene control adecuado sobre los mismos, pueden generar riesgos dentro de la empresa.Pero como todo reglamento, también incluye sanciones tanto a las empresas como a los trabajadores que lo incumplan.A quienes laboramos en este ambiente, nos corresponde cuestionarnos si se cumplen internamente estas normativas. Quizá existan avances, pero aún quedan aspectos pendientes, y es nuestra responsabilidad que cada día aumente su cumplimiento para que existan menos afecciones en la salud de todos los trabajadores guatemaltecos.