En los meses pasados el Congreso aprobó modificaciones a la Ley de Propiedad Intelectual para proteger las Indicaciones Geográficas y Denominaciones de Origen, de acuerdo con los estándares de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Es un hecho que los cambios fueron solicitados por la Unión Europea (UE) dentro del marco de Negociación del Acuerdo de Asociación como condición para que el convenio cobrara vigencia. Entre las motivaciones de la UE se encuentra el reconocimiento, por parte de Guatemala, de las Indicaciones Geográficas de origen europeo, de las cuales 114 ya fueron publicadas en el Diario Oficial, como parte del proceso de su reconocimiento e inscripción en el Registro de la Propiedad Intelectual.
El tema de las Indicaciones Geográficas y Denominaciones de Origen es complejo y tiene muchas aristas. Pero para tener una noción general basta saber que una Indicación Geográfica es un signo utilizado para productos que tienen un origen geográfico concreto y poseen cualidades o una reputación derivadas específicamente de su lugar de origen. Comprendido lo anterior, se vuelve imperativo conocer las bondades de estas figuras jurídicas. Y es que si nos detenemos a pensar en los beneficios que implica tener una Indicación Geográfica que haga referencia a productos de nuestro país –bajo cualquiera de las dos figuras– atribuyéndoles cualidades especiales y un estándar de calidad garantizado y determinado por su origen, es fácil concluir que a través de éstas se puede generar identidad hacia nuestros productos mediante la diferenciación, incrementar su valor comercial y acceder a nuevos mercados, entre otros beneficios.
A nivel nacional se ha incursionado ya en estas figuras, aún antes de aprobarse las modificaciones, en productos como café y licor, pero existe una amplia gama que podría tener un valor agregado a través de las mismas. Sin embargo, no podemos hacer caso omiso de la otra cara de la moneda. Las modificaciones aprobadas a nuestra legislación nos obligan también a reconocer esta Indicaciones y Denominaciones de Origen provenientes de otros países. En el caso de la UE es necesario que las empresas locales tomen conciencia de analizar el listado y puedan determinar si el reconocimiento de las mismas no colisiona con los derechos que previamente les corresponden. En el último caso será necesario oponerse, en principio, en la instancia administrativa e ir escalando a las instancias posteriores. Es importante mencionar que la oposición de empresas tiene consecuencias. En el caso de El Salvador y Costa Rica, el simple planteamiento de las oposiciones ocasionó que Italia retirara su aprobación para el Acuerdo de Asociación con ambos países, lo que amenaza con no permitir su entrada en vigencia. No obstante, es importante que las empresas defiendan los derechos que les corresponde, a través de los mecanismos legales. Debe prevalecer el reconocimiento a la historia del trabajo profesional y tesonero que por décadas han desarrollado, construyendo marcas de productos y/o servicios, hasta alcanzar un exitoso posicionamiento en el mercado nacional e internacional.
Es oportuno enfatizar que, como representantes del sector industrial, en Cámara de Industria de Guatemala hemos apoyado la apertura de mercados a través de la firma de Acuerdos Comerciales, solicitando que la negociación tengan en cuenta las sensibilidades de los sectores productivos así como las realidades económicas de cada uno de los países. Nuestra posición busca fortalecer la actividad industrial en Guatemala y nunca será poner en riesgo nuestro parque empresarial y las miles de fuentes de trabajo que genera. Para concluir, se puede afirmar que, como muchos otros, las Indicaciones Geográficas y Denominaciones de Origen es un caso de “estar atentos”. Estar atento a los reconocimientos que a solicitud de otros países o regiones haga Guatemala para que no se afecten nuestros derechos pero, sobre todo, las oportunidades que para nuestros productos, especialmente como sector, traen consigo estas figuras, y no perder sus beneficios que redundan en reconocimiento internacional y crecimiento económico. En Cámara de Industria hemos conformado un equipo asesor para que nuestros socios cuenten con el apoyo legal y comercial para abordar de la mejor forma este tema.