Los bajos precios que ofrecen los negocios panameños no sólo en ropa, tenis y electrodomésticos, sino ahora también en víveres y combustibles, ya causan despidos en comercios del lado costarricense de la frontera. En Ciudad Neily, por ejemplo, algunos supermercados ya bajaron en un 30 por ciento su personal. Rowland Espinosa, viceministro de Hacienda, señaló que la frontera sur plantea un problema muy difícil. Por eso, agregó, se están realizando investigaciones y se prepara un programa especial de vigilancia y control de productos. (Leído en www.nacion.com).