Miriam Bolaños Morales es una de las colaboradoras más antiguas del IRTRA. Describe cómo, siendo una adolescente y recién graduada de Perito Contador, ingresó a la institución.
HERNÁN GUERRAINDUSTRIA Y NEGOCIOS
Lleva más de 35 años de seguir uno a uno los números financieros del IRTRA; ingresó cuando apenas era una adolescente recién graduada de Perito Contador. No creía que se mantendría tanto tiempo laborando en esta institución, tampoco pensó que el IRTRA fuera lo que hoy es, un orgullo nacional. Pero conforme pasaron los años se fue enamorando de su trabajo y de la calidad de profesionales que la acompañaron.
Ella es Miriam Bolaños Morales, una de las colaboradoras más antiguas del IRTRA y quien escaló hasta ocupar la gerencia financiera. “Estoy enamorada del IRTRA, don Ricardo (Castillo Sinibaldi) ha sido la persona clave a quien uno aprecia, estima, le reconoce todo el trabajo que hace por los guatemaltecos y por la institución”, relata.
Bolaños Morales ingresó oficialmente al IRTRA el dos de agosto de 1976. Su primer puesto fue de Auxiliar II de Contabilidad. Pero empezó a conocer al Instituto tres años antes cuando trabajó de manera temporal. Cubría vacaciones de otros colaboradores que ya tenían un contrato de trabajo. Su primer jefe inmediato y a quien también admiró, fue a Ramón González Ruano, contador general en ese entonces. En esa época el departamento de contabilidad del Instituto estaba integrado por apenas tres personas; hoy son 183. “Don Ramón era un ejemplo de honorabilidad y trabajo”, recuerda. Un año después (1977), ascendió a Auxiliar I. Tiene tan presente el crecimiento del IRTRA que hasta el número de la casa donde estaban inicialmente las oficinas recuerda: la 6ª calle 10-35 zona 2.
De las aulas al trabajo
Recuerda como que fue ayer su primer día de trabajo en el IRTRA. Describe que todo empezó cuando repartía las tarjetas de invitación a su acto de graduación. Joaquín López, propietario de la oficina contable donde hizo sus prácticas, le avisó que González Ruano (contador del IRTRA), necesitaba una contadora recién graduada. “Fui a la entrevista y empecé a trabajar a los dos días de haberme graduado; me gradué sábado, y el lunes empecé a trabajar”, describe. “Entré por la puerta grande y ahora tengo más de 35 años de estar aquí, orgullosa”, añade.
De su carrera, dice que en 1980 fue nombrada encargada de las cuentas del presupuesto como auxiliar I y en 1983 pasó a ser jefa de Finanzas. Ese año también se retiró Ramón González Ruano y en su lugar fue asignado Salvador González Mijangos. Él y otros más, como Arnoldo Delgado Guillén, son de los más antiguos en el IRTRA.
Misión cumplida
Personal y profesionalmente, Bolaños Morales dice sentirse satisfecha. “Yo en forma de broma digo que me divorcié del papá de mis hijos y me casé con el IRTRA”, expresa. Y es que, como ella misma admite, se siente orgullosa de trabajar y haber visto el desarrollo del IRTRA. “Afortunadamente fui viendo el crecimiento de los parques; cuando llegué, en 1976, estaba el centro recreativo de Amatitlán y el de Agua Caliente y, el 26 de marzo de ese mismo año, fue inaugurado Petapa”, agrega. De ahí en adelante fue parte del proceso de compra de la finca Santa Elisa (Retalhuleu), en junio de 1981, lugar donde se desarrolló el proyecto vacacional y recreativo con los hostales y los parques Xocomil y Xetulul.
Sus más gratos recuerdos
Inauguración de la primera fase de los hostales de Retalhuleu.
Cuando el Presidente de la República, Jorge Serrano Elías, confirió la Orden del Quetzal en el grado “Gran Oficial”, a Ricardo Castillo Sinibaldi (11 de mayo de 1991).
Galardón Aplauso, entregado al IRTRA por la IAAPA en 2008.
Su participación en un curso de cultura y recursos humanos en Disney.
“Yo en forma de broma digo que me divorcié del papá de mis hijos y me casé con el IRTRA”.
–Miriam Bolaños Morales,gerente financiero, IRTRA