Por noveno año consecutivo, Ford Motor Company distinguió en Guatemala a los mejores proyectos que, por su mística de trabajo, velan por la conservación ambiental, los recursos naturales y la herencia cultural del país.
Los ganadores fueron:
Categoría de Conservación y educación ambiental: Ampliación y reforma del Centro Educativo Integral San Francisco Xavier, con enfoque para la conservación de recursos naturales locales, de Santa Catalina La Tinta, Alta Verapaz, implementado por el consejo parroquial de la localidad. Recibió un premio de US$3,750. Promueve la promoción de la educación formal y no formal, la formación permanente de líderes comunitarios, la recuperación de especies agrícolas nativas y pecuarias, la promoción del cuidado del ecosistema y el fortalecimiento de la equidad de género, particularmente con la inclusión de la mujer en educación y los procesos de desarrollo humano sostenible.
Conservación y educación de la herencia cultural
En esta categoría, el proyecto ganador fue el “Mejoramiento del hilo pie de lana en el paraje Pacorral de la aldea Pamaría, Santa Lucía La Reforma, Totonicapán, liderado por Mardoqueo Joel Ajxup Itzep, quien recibió US$6 mil como premio. En esta comunidad, las artesanías del hilado lana para telar de pie para la industria de chamarras y ponchos de Momostenango, tiende a desaparecer. Desde 1978, la cantidad de artesanos se ha reducido de 98 a 40. El proyecto Ajxup Itzep permitirá que el hilo tenga buena calidad y resistencia, libre de contaminantes como estiércol, basura, tierra y espinas, tecnificando los instrumentos de trabajo, como trilladoras y limpiadoras de suavizar.
Conservación
El ganador en esta categoría fue el proyecto “Lombricultura” como solución ante la creciente contaminación, liderado por Brandon Rodrigo Jerez Ramírez, quien recibió un aporte de US$250, pues según él, es lo que necesita para desarrollar esta iniciativa, la cual fue considerada como una lección de conciencia ambiental y cívica. La iniciativa de Jerez Ramírez consiste en aprovechar los residuos biodegradables de casas particulares mediante la biotecnia de la “lombricultura”, convirtiendo estos insectos en abono orgánico para mejorar los cultivos, sin dañar ni deteriorar el suelo con fertilizantes químicos.
El jurado calificador estuvo integrado por Khalil de León, director ejecutivo de la Asociación Guatemalteca del Plástico, José Maza, director del Museo Nacional de Arte Moderno Carlos Mérida y María del Rosario Luna de Yaquián: Licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales, abogada y notaria, experta en temas ambientales.