Cultura de paz significa tanto prevenir como transformar conflictos.
POR ALVARO CASTELLANOS HOWELLPRESIDENTE DE CRECIG
Cámara de Industria de Guatemala cree en la cultura de paz. Pero, ¿qué significa eso? y más aún, ¿cómo se transforman los ideales e ideas que encierra dicha cultura?, ¿en acciones concretas que pueden llegar a modificar la conducta humana? Cultura de paz significa tanto prevenir como transformar conflictos.
Significa también forjar en las personas la comprensión y el respeto por la libertad, la justicia, la democracia, los derechos humanos, la tolerancia, la igualdad y la solidaridad. Desde la creación de la Comisión de Resolución de Conflictos de Cámara de Industria de Guatemala (CRECIG) en 1997, esta institución hace esfuerzos importantes para transformar dichos ideales y aspiraciones en actos concretos y aún puede y debe seguir esforzándose por tener un mayor impacto en la comunidad guatemalteca en cuanto a la prevención, la transformación y la solución de conflictos.
Conforme a los estatutos de su creación, la CRECIG tiene, entre otras, las siguientes funciones: la difusión, aplicación, agilización, perfeccionamiento y generalización de los métodos alternativos de solución de conflictos (normalmente, estos métodos se dividen en dos, que son la conciliación y el arbitraje. También, la elaboración y conservación de bancos de datos de recursos humanos en cuanto a negociadores, mediadores, conciliadores, árbitros y expertos; la elaboración de proyectos de ley para que sean considerados por las autoridades competentes en materia de solución de conflictos no judiciales; el apoyo administrativo de los procesos de conciliación y arbitraje que le sean sometidos por las partes conforme su convenio o acuerdo al respecto y la capacitación en métodos alternativos de solución de conflictos, mediante programas de uso sostenido. Cada caso que se somete y se resuelve por medio de estos métodos es uno menos que va al sistema de administración de justicia del Estado. Ello permite que este último pueda concentrar sus recursos, muchas veces muy limitados, en casos de mayor trascendencia social que no pueden ser sometidos a arbitraje, tal como lo es toda la materia penal, por ejemplo.
Muy recientemente, la Junta Directiva de Cámara de Industria de Guatemala ha dado un voto de confianza muy a favor de la CRECIG. Ha fortalecido a la Junta Directiva de la misma mediante el nombramiento de nuevos directores comprometidos con el fortalecimiento institucional y el compromiso con la oferta de un servicio de calidad y responsabilidad en la administración de procesos de conciliación y arbitraje. También ha destinado más recursos financieros y humanos a la Comisión y, entre estos últimos, cabe resaltar la designación, en noviembre de 2011, de la licenciada Carolina Diab como nueva Directora General. Ella ocupó un cargo como miembro de la Junta Directiva durante el período 2009 a 2011 y fue tal su identificación y gusto por los métodos alternativos de resolución de conflictos que decidió dedicar una buena parte de su tiempo y de su prestigio profesional a la gestión diaria de la CRECIG. El reto es muy importante y ella, al igual que todos los directores de la comisión, estamos plenamente conscientes que el proveer servicios de administración en materia de resolución de conflictos es una gran responsabilidad, no solamente porque de por sí, las partes que se someten a estos procedimientos para resolver sus conflictos esperan que sean atendidos responsable y eficazmente tanto por la CRECIG como por los propios mediadores y árbitros, sino además, porque sabemos que la transformación y resolución de controversias es realmente parte de un todo: La administración de justicia del país. Definitivamente estamos muy entusiasmados con el renovado compromiso de Cámara de Industria por estos métodos y nos comprometemos públicamente a alcanzar resultados.
“Esta institución hace esfuerzos importantes para tener un mayor impacto en la prevención, la transformación y la solución de conflictos”.