El actual Gobierno se presentó con una mentalidad empresarial, pero de inmediato se plagó de guerrilleros y lógicamente las acciones para defender la propiedad privada y las inversiones no van en la línea que necesitan tener los inversionistas.
¿Cuándo regresaremos a la realidad? Quizás lo que pensemos sea utópico. Quizás quimérico, pero lo más importante es que sea real. Sus ojos llenos de odio están puestos en nosotros, nos consideran formas vivas de seres inexistentes, quizás piensan todavía que lo negro tiene atrás lo blanco. Recientemente encontré en un concurrido restaurante del centro de la ciudad a tres guerrilleros, no les digo ex guerrilleros, pues siguen activos, promoviendo caos, azuzando invasiones, organizando bloqueos y, por consiguiente, causando daño a la gente honrada y trabajadora, como también a la propiedad privada. Fui invitado a sentarme a su mesa por unos minutos y lo primero que me preguntaron fue sobre mi posición sobre la reforma agraria que ellos consideraban como la solución a las crisis.
Guatemala está pasando por un momento realmente difícil, crisis de todo tipo. Tenemos la crisis alimentaria, la crisis de seguridad, la crisis en el sistema de salud y, por ende, en el hospitalario; crisis en la educación y una crisis de gobernabilidad nunca antes vista.
Por supuesto que estas crisis son manejadas con fines políticos por ciertos grupos que no tienen otra palabra en la boca para su solución más que una reforma agraria.
Existe un prejuicio pasional en contra del propietario de tierras en el área rural y, por supuesto, contra el derecho de propiedad. La tenencia de la tierra es enfocada como un privilegio personal que va en contra de los intereses de los trabajadores y del país. De allí, que los programas socialistas piensan en abolirla y compensar a los propietarios, si acaso, con una pequeña indemnización.
El actual Gobierno se presentó con una mentalidad empresarial, pero de inmediato se plagó de guerrilleros y lógicamente las acciones para defender la propiedad privada y las inversiones no van en la línea que necesitan tener los inversionistas. Si estas personas que no estuvieron en la campaña pasada serán el apoyo del partido oficial y de su candidata, contemos con que sus directrices anti empresariales serán, el derrotero de la posible continuación de la UNE. La mentalidad de esta gente va en la vía, que el socialismo plantea, las desigualdades, sean de fortuna, de cultura, de prestigio o cualquier otra, son injustas en sí mismas. Por consiguiente es injusta esa desigualdad entre las propiedades grandes, medianas y pequeñas, y sobre todo es injusto el régimen salarial en el que un patrono “explota” al trabajador en vez de darle a él todo el producto de su trabajo.
En la doctrina socialista se considera a la propiedad como la causante de los males de las ruinas económicas y algunos autores dicen que la propiedad es un mal que debe ser superado. Siendo ella la principal enemiga del interés público. Ciertos socialistas sostienen que la evolución del universo y del hombre serán tales que no subsistirán ni el Estado, será una anarquía que estos utopistas conciben como algo posible sin desorden ni confusión.
El Estado, según ellos, debe distribuir las tierras. Pero como la compensación económica es un imposible y el derecho de propiedad estará abolido, el Estado no tendrá ninguna obligación para los propietarios, a su juicio, por supuesto evaden el tema del fracaso de la reforma agraria salvadoreña.
Terminé, preguntándoles el porqué del resultado pobre de lo actualmente repartido, que es más del 50% de la tierra cultivable; su respuesta fue: “no fue suficiente”.
No existen otras propuestas, realmente tienen el disco rayado. Ahora la problemática se involucra con la ciencia y en ocasiones la ciencia huye, pues la abandonan sus soportes, y sigue la misma retórica. Quizás el mundo rompa esquemas, ojos quedarán atónitos pero seguiremos pensando en un futuro en el que todo se destruya o simplemente sea algo más.