La Reserva Federal de Estados Unidos anunció que introducirá US$600 mil millones a la economía de Estados Unidos a finales de junio de 2011 para tratar de impulsar una frágil recuperación. El estímulo, que se traduce en un aporte de US$110 mil millones por mes, supera a la cifra que los economistas esperaban. Entre julio y septiembre del presente año la economía del estadounidense tuvo una tasa anual de crecimiento del dos por ciento, un número que no fue suficiente para reducir la elevada tasa de desempleo. La medida se conoce como Flexibilización Cuantitativa (QE, por sus siglas en inglés) porque aumenta la cantidad de dinero en los bancos. El objetivo es reducir el interés a largo plazo y estimular el gasto en una recuperación económica lenta. Algunos analistas ven a la QE como la última oportunidad para conseguir que la economía del país se ponga de nuevo en marcha.