Oct-10 El quetzal se aprecia; Banco de Guatemala se exculpa de ese comportamiento

Comunicación CIGoctubre 2010

“La mejor contribución de un banco central es, por consiguiente, propiciar la estabilidad de precios”.

Presidenta del Banco de Guatemala reiteró que ya no es objetivo de la institución fijar un tipo de cambio; la competitividad del país depende de muchos factores más.

HERNÁN GUERRA

INDUSTRIA Y NEGOCIOS

Entre enero y el uno de septiembre el tipo de cambio se ha depreciado 3.91 por ciento, en términos nominales. Luego de experimentar un repunte a finales de 2009 y principios de 2010, cuando se ubicó en Q8.35439, el valor de la amoneda estadounidense cayó a alrededor de Q8.02697. Pero, ¿Cuál debería de ser el precio ideal del dólar frente al quetzal? ¿Qué injerencia tiene el Banco de Guatemala (Banguat) en las fluctuaciones de la divisa estadounidense? ¿Qué factores inciden en las alzas o bajas? Las interrogantes abundan pero según la presidenta del banco central, María Antonieta Del Cid de Bonilla, en la tasa de cambio inciden no sólo factores internos sino también externos. Pero, en todo caso, explicó que fijar el precio del dólar ya no es parte de los objetivos del Banguat; la institución tiene como único mandato controlar el Índice de Precios al Consumidor (inflación).

“No podemos tener como objetivo un tipo de cambio porque si lo hacemos, la política monetaria se tiene que subordinar a la cambiaria porque cada vez que el banco central intervenga comprando o vendiendo dólares, afecta los niveles de liquidez en la economía, lo cual se puede traducir en presiones inflacionarias”, explicó.

De ahí que, aunque el sector exportador aduzca que pierde competitividad debido a un quetzal aparentemente sobrevaluado frente al dólar, la funcionaria explicó que esto no es así pues aunque la tasa de cambio se ha apreciado en el transcurso del año, también es cierto que el nivel inflacionario del país es bajo, con lo que se compensa esa aparente apreciación del quetzal. Reiteró que la competitividad de un país no se limita al tipo de cambio sino a varios factores internos y externos. En ese sentido, explicó que, por ejemplo, el comportamiento del mercado cambiario obedece a factores estacionales, a los flujos de capitales externos y a las expectativas de los agentes económicos. Los flujos de capital han aumentado en más de US$100 millones este año, al situarse en US$355 millones, contra US$199.7 millones en 2009, lo cual seguramente ha contribuido a la estabilidad cambiaria.

De acuerdo con De Bonilla, los flujos de capital se mueven según el comportamiento de las tasas de interés locales e internacionales. Si aquí son más altas que en Estados Unidos, por ejemplo, llegan estos recursos de manera temporal atraídos por los rendimientos. Pero cuando las tasas de interés son más elevadas en Estados Unidos o en otros países, emigran estos capitales (también llamados golondrina), siempre motivados por los rendimientos, lo cual se traduce en bajas o alzas en el tipo de cambio, explicó De Bonilla.

Asimismo, si hay confianza en las políticas internas y en la moneda nacional, también habrá menos demanda de dólares y, por consiguiente, la tasa de cambio baja o se mantiene estable. En cambio, si hay desconfianza, los agentes económicos buscan otra moneda para resguardar los riesgos; en este caso el dólar, incidiendo en alzas bruscas, reiteró la funcionaria, a la vez que explicó que estos son algunos factores internos y externos que inciden en el mercado cambiario.

Oferta y demanda

Según la funcionaria, tomando en cuenta la flexibilidad cambiaria en el país, el tipo de cambio es determinado por las fuerzas del mercado: oferta y demanda. “El comportamiento del tipo de cambio va más allá de las políticas internas. En ese sentido, el papel del Banguat debe ir enfocado en cumplir con su principal objetivo que consiste en mantener una inflación baja, estable, que nos permita un tipo de cambio real que es el que debe analizarse para efectos de competitividad”.

Asimismo aseguró que el Banguat solo ha tenido un par de participaciones este año, cumpliendo una regla aprobada por la Junta Monetaria. Sin embargo, las intervenciones en la compra o venta de divisas no son para fijar una tasa de cambio determinada, sino para moderar la volatilidad. “Guatemala tiene una economía abierta, flexible y eso lo reflejan los resultados del primer semestre, el cual ha sido muy bueno al contar con un aumento en las exportaciones del 18 por ciento. Esto también demuestra la recuperación de la demanda externa”, expuso. Luego agregó que en un mediano plazo, es importante trabajar en la reducción de costos, ahorro de energía y transporte, así como en la ampliación y reconstrucción de la infraestructura. “Con estos avances se puede guiar al país por la senda de un crecimiento dinámico para el desarrollo de nuestra economía”, subrayó, tras finalizar una sesión con representantes del sector exportador.

A manera de conclusión indicó a los empresarios que la competitividad no debe depender de cambios en el tipo de cambio; requiere de acciones integrales como el mantenimiento de inflación baja y estable y, sobre todo, de la productividad. “La mejor contribución de un banco central es, por consiguiente, propiciar la estabilidad de precios”.

“La mejor contribución de un banco central es, por consiguiente, propiciar la estabilidad de precios”.

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