May-10 Altos costos de la energía castigan la productividad del país.

La dependencia tan marcada de la generación térmica ha generado altos costos para la población en general y para el sector productivo de Guatemala. En el primer semestre las represas descendieron a sus niveles de agua más bajos en la historia mientras que el petróleo y sus derivados retomaron la tendencia alcista.

HERNÁN GUERRA

Guatemala es uno de los países que tiene uno de los costos de energía más elevados de Centroamérica debido a su alta dependencia de la generación térmica y por descuido de los Gobiernos de no incentivar otras fuentes energéticas. En 2010 el país paga las consecuencias del escaso invierno del año pasado y del repunte de los precios del combustible en los mercados internacionales. Hasta abril, por ejemplo, en Guatemala el kilovatio/hora costaba alrededor de 0.2168 centavos de dólar; en Honduras, 0.1951; en Nicaragua, 0.2097; en Costa Rica, 0.1815; en El Salvador, 0.1732 y en Panamá, 0.2111, según registros de la Comisión Nacional de Energía Eléctrica (CNEE).

La reducción en los caudales de las principales represas ha implicado que el aporte de la energía hidráulica al sistema se disminuya en horas pico y aumente el de las térmicas.

Sólo entre enero y febrero el parque hidráulico que más aporta al sistema, compuesto por las centrales de Chixoy, Aguacapa, Jurún Marinalá y Los Esclavos, redujo su generación en un 35.93 y 33.98 por ciento, respectivamente, explicó Fernando Castro, gerente del Instituto Nacional de Electrificación (INDE). Y para el presente mes de mayo la generación de estas plantas alcanzará una caída del 38.38 por ciento respecto de 2009, situándose en 502.61 Gigavatios, según explicó el funcionario. Este comportamiento es el más bajo de la historia del país.

Los cambios en los precios de los combustibles influyen directamente en los precios de las tarifas.

Esta reducción de la oferta de energía hidráulica y mayor utilización de la energía térmica traerá como consecuencia un incremento en los precios para el consumidor final.

El presidente de la CNEE, Carlos Colom, explicó que Guatemala, cuenta con una dependencia alta del petróleo para generar energía eléctrica, por lo que los precios del servicio van directamente ligados a los costos internacionales. “La baja producción de energía por medio de fuentes renovables, la disminución de caudales para la generación hidroeléctrica y los cambios en los precios de los combustibles influyen directamente en los precios de las tarifas”, expuso Colom.

Sin embargo, sostuvo que, “mediante la diversificación de la matriz energética y el aumento de la pro­ducción de energía con fuentes renovables, se logrará una estabilidad tarifaria en el mediano plazo”. La mayor inversión en transmisión y que ayudará a incentivar las inversiones así como a evitar la pérdida de energía, es la que hará la compañía colombiana Energía de Bogotá y Eléctricas de Medellín, en la construcción del Plan de Expansión del Sistema de Transmisión de Energía Eléctrica (PET). Esta red será de 818 kilómetros, que cubrirán las regiones central, oriental y de occidente del país, con una inversión de US$350 millones. Según el plan de las autoridades, la red será entregada en 2013.

“Lo negativo, es estar dependiendo de la vulnerabilidad o volatilidad de los precios del petróleo.”

Edgar Navarro, coordinador general de la Comisión Regional de Interconexión Eléctrica de Centroamérica

México, la gran esperanza

Otro de los factores que contribuirán a una mayor diversidad y estabilidad en las tarifas será la interconexión eléctrica con México, país de donde Guatemala espera importar alrededor de 120 Megavatios de potencia. Desde que iniciaron las pruebas en octubre de 2009, se han importado de México para el Sistema Nacional Interconectado (SIN), 20 Gigavatios/hora (GWh). También se prevé, según el presidente de la CNEE, que los precios de la energía exportada del vecino país sean más bajos que los del mercado mayorista local.

En 2009 la potencia disponible semanal en el SIN se mantuvo en alrededor de los 1,750 Megavatios (MW), por lo que la interconexión con México incrementará la potencia disponible en un siete por ciento, llevándola a aproximadamente a 1,870 MW. En este sentido, las autoridades esperan que en el corto plazo, la energía proveniente de México contribuya, en buena medida, a aminorar los efectos de la reducción de oferta hidráulica y especialmente a sustituir la utilización de energía generada con derivados del petróleo. Adicionalmente se esperaría que sirva como soporte para el sistema, ante contingencias que pudieran ocurrir. El presidente de la CNEE explicó que el fenómeno del “Niño” continuará con sus efectos en el régimen normal de lluvias durante el primer semestre del año, es decir, hasta junio, ocasionando un invierno irregular.

Energía más cara

A raíz del alza de los derivados del petróleo y el bajo nivel del embalse de las represas como Chixoy, en los próximos meses se prevé alzas en las tarifas, incluyendo a los usuarios de las empresas municipales de electricidad, debido a que el INDE debe abastecer este fluido de otras fuentes ajenas a las hidroeléctricas.

Edgar Navarro, coordinador general de la Comisión Regional de Interconexión Eléctrica de Centroamérica, reconoció los efectos negativos que tiene para el país su alta dependencia de la energía térmica. Sin embargo, dijo que se debería sopesar con la importancia de tener un parque generador como el actual. Lo negativo, expuso, es estar dependiendo de la vulnerabilidad o volatilidad de los precios del petróleo. Según él, también se corre peligro de depender en un alto porcentaje de la electricidad hidráulica pues, cuando los inviernos son muy secos, bajan los embalses, como sucede en la actualidad. “Entonces, lo ideal es que el parque de generación esté compensado de forma tal que permita tener un balance”, expuso el experto.

Navarro consideró que Guatemala hace un esfuerzo por fomentar las inversiones en la generación hidráulica y de otras fuentes ajenas a los combustibles, como el carbón, lo cual vendrá a equilibrar el parque generador del país.

Por ahora, dijo que no se puede hacer mucho más que tratar de ser eficientes con el uso del fluido. Al sector industrial y empresarial del país, recomendó tratar de firmar contratos directos con los generadores y, así, evitar costos adicionales como los peajes. Para lograrlo, tienen que interconectarse directamente a la red de transmisión que, en un principio, implica inversiones adicionales pero, al final, se traducen en ahorros importantes. Navarro reiteró que los meses más críticos serán marzo, abril y mayo, pues para entonces aún habría iniciado con normalidad el invierno. En cuanto a las tarifas, explicó que no son un parámetro de comparación entre países porque dependerá del grado de subsidio que cada gobierno otorgue al sector.

Luis Ortíz, otro consultor independiente de proyectos en el área energética y ex ministro de Energía y Minas, también ha resaltado las bondades de la legislación de Guatemala. Sin embargo, también ha reconocido que el problema fue haber creado una alta dependencia térmica, con lo que el consumidor ha quedado ligado a los precios internacionales del petróleo. “Y, cuando las líneas operan en capacidades máximas, son susceptibles de fallos generales”, advirtió. Por lo demás, Ortíz destacó la fortaleza de la legislación y reiteró que no existen parámetros sobre la base generadora. “Lo importante es estar preparados”, sostuvo.

Luces de recuperación económica

A pesar de un ambiente de incertidumbre por las medidas que promueve el Gobierno como una reforma fiscal y el intento por endeudar internamente al país con más de Q4 mil millones, según los resultados de la última encuesta de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), el sector empresarial del país está más optimista en torno a la recuperación económica.

De acuerdo con el sondeo, realizado en febrero del presente año, esa recuperación sería más notoria a partir del segundo semestre, consolidándose en 2011. El saldo de opinión respecto de la producción se situó en menos nueve por ciento, contra un menos 53 por ciento registrado en julio de 2009.

Los empresarios expusieron que en el próximo semestre comprarán más insumos y bienes intermedios para sus industrias. El 32 por ciento indicó haber adquirido o que comprará más materia prima. Pero también, las empresas manifestaron que el 13 por ciento de sus costos deben destinarlo a la seguridad, lo cual coincide con los altos niveles de delincuencia del país.

El panorama laboral tampoco ha mejorado. Según el estudio, entre enero de 2009 y enero de 2010, las empresas recortaron 52 mil 642 plazas de trabajo y   generaron 18 mil 423 nuevas, para un saldo neto de 34 mil 219 despidos.

En términos generales, el analista de Asies, Pablo Urrutia, explicó que no obstante que el nivel de pesimismo no ha desaparecido dentro del sector privado guatemalteco, ya no es tan negativo como hace menos de un año. Prueba de ese cambio de percepciones es que la variable de expectativas de producción, aumentó de un 34 a un 65 por ciento, sostuvo Urrutia.

El contenido de Industria&Negocios no necesariamente representa la opinión de Cámara de Industria de Guatemala; cada artículo es responsabilidad de sus autores.

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