¿Qué beneficios traerá este nuevo tratado para la industria nacional?
Hernán Guerra
La Unión Europea (UE) tiene prisa y ha fijado para mayo del presente año la finalización de las conversaciones del Acuerdo de Asociación (AA) con Centroamérica, incluyendo a Panamá que se ha sumado al bloque de la región. Los Gobiernos también siguen con mucho optimismo las conversaciones a pesar de ciertas diferencias en torno a productos considerados sensibles para Guatemala y Centroamérica. El AA, a diferencia de otros tratados comerciales, es mucho más amplio pues no se limita a la parte comercial. Abarca temas del área política y de cooperación, en las que aparentemente no habrá mayores dificultades de negociación
Lo cierto es que, por encima de cualquier obstáculo, es un hecho que el AA será una realidad aunque antes de su vigencia, Centroamérica tendrá que hacer ciertos ajustes para ponerse a tono con lo que exige la UE, como alcanzar la unión aduanera y homologar ciertas legislaciones.
Importancia comercial
Enrique Lacs, experto en comercio internacional y ex director de la Comisión Empresarial para las Negociaciones Comerciales (Cencit), explicó que no obstante que el Acuerdo aunque tiene un alto componente político, es de suma importancia para Guatemala y la región porque dará certeza al intercambio comercial. “Eso hace que tenga un enorme interés para el país”, expuso. Añadió que para Guatemala el componente comercial tiene mayor relevancia debido al impacto en el empleo, exportaciones y la inversión, la cual será de mayor trascendencia en el corto plazo.
Y es que, a pesar de que Europa no es un mercado tan relevante para como Estados Unidos, es el tercero en importancia para el país, de ahí que el sector exportador debe hacer un esfuerzo por diversificar su producción. “El Acuerdo puede ser la herramienta para el crecimiento y diversificación de las exportaciones”, sostuvo Lacs.
Al hacer un balance, Lacs considera que, para el sector industrial, la cooperación es más relevante que lo político pues se ha definido un conjunto de áreas a desarrollar, en beneficio de la generación de empleo, inversión y exportaciones. “En particular, se ha recogido parte de los intereses para las Mypimes aunque se han quedado propuestas que favorecen a este importante grupo de industrias. Las líneas de cooperación acordadas están relacionadas con la calidad, el desarrollo empresarial y fomento de exportaciones, que deberían mejorar la competitividad de nuestros productos industriales”, puntualizó el experto.
Prioridades para la industria
El sector industrial exportador, el que menos participa en el total de las exportaciones hacia Europa, debe observar los acuerdos en todas las áreas de negociación que permitan ganar acceso, como en temas de calidad, los incentivos a la exportación, obstáculos al comercio, transporte, promoción de comercio. Además la asimetría en los compromisos arancelarios y en el reconocimiento de la integración de los procesos productivos con reglas de origen adecuadas, sostuvo Lacs.
También consideró que la industria guatemalteca ganará nichos de mercado europeo en la medida de su capacidad de diferenciación por producto, calidad y precio. Se ha podido constatar que las ventajas arancelarias y los incentivos no han sido suficientes para que los productos industriales tengan una mayor participación en las exportaciones a este mercado.
El Acuerdo presenta sensibilidades diferentes frente a la competencia europea; en términos generales los productos importados de Europa están dirigidos a un segmento de altos ingresos o demandante de alta especialización o calidad; los bienes de capital, materias primas y algunos bienes intermedios ya ingresan en un régimen de libre comercio a Guatemala. Esto deja un reducido grupo de productos que pueden tener alguna sensibilidad en el corto plazo por la apertura del mercado guatemalteco, como ciertos productos de metal, bebidas, productos agrícolas básicos como leche y lácteos, carnes procesadas y medicamentos, entre otros.
Acuerdo de Asociación con la UE:
Avances previo a la recta final
“La UE es un mercado inmenso en términos de población”
–Rubén Morales, ministro de Economía
En la última ronda de conversaciones, desarrollada en Viena, Austria, hubo algunas señales positivas y avances concretos en la parte comercial. Se cerró la negociación de política de competencia con un compromiso por la parte centroamericana de concluir la aprobación de la Ley de Competencia en cada uno de los países en un plazo no mayor a tres años a partir de la entrada de vigencia del Acuerdo; Guatemala es el único país de la región que no cuenta con este tipo de legislación. También se asumió un compromiso de concluir, en un plazo no mayor de siete años, la aprobación de legislación regional en esta materia. El otro capítulo que cerró es el de solución de controversias y hubo avances sustanciales en otras áreas normativas del acuerdo.
En cuanto a acceso al mercado europeo, el sector empresarial centroamericano insistió en la necesidad de que se las empresas de esta región compitan en iguales condiciones. Algunas señales positivas por parte de la Unión Europea fue atender la realidad de las estructuras productivas regionales a través de reglas de origen acordes a su condición.
Sin embargo, quedan pendientes ofertas concretas en algunos de los productos que representan un alto interés exportador de la región, como el azúcar, café, banano y arroz, así como respuesta al tratamiento que se dará a los regímenes aduaneros especiales existentes.
La Unión Europea solicitó una apertura del 100 por ciento a su oferta industrial, pero la región mantiene ciertos productos en reserva en los sectores de plásticos y metalmecánica, entre otros. Lo mismo sucede con productos del sector agropecuario y agroindustrial, como lácteos y carne de bovino, que también son altamente sensibles. En similar estado quedó la parte de servicios.
Sobre las reglas de origen, Europa ofreció atender las sensibilidades de la región y aceptó la norma para aluminio, azúcar crudo en bruto a partir de la caña sembrada, sémola y bebidas de maíz, quedando pendiente la de jugos y quesos. En términos generales, hasta febrero la Unión Europea aún no había aceptado partir el AA con las ventajas arancelarias que ya concede a la región por medio del Sistema General de Preferencias. Por ejemplo, aún estaban pendientes las normas de origen y las zonas francas, entre otros. Sin embargo, el bloque regional insiste en consolidar la totalidad del SGP como parte del Acuerdo.
Sobre el capítulo de propiedad intelectual, éste está casi listo excepto lo relacionado con indicaciones geográficas, donde la UE entregó a Centroamérica una lista de 230 indicaciones en las que quiere reconocimiento, en especial quesos y embutidos. Se prevé que éste será uno de los temas más polémicos de la última ronda.
El interés de la industria guatemalteca y de Centroamérica es lograr con un buen Acuerdo, más que un cierre apresurado. En ese sentido, Cámara de Industria de Guatemala (CIG), a través del sus representantes ante el Cencit y el Comité Consultivo de la Integración Económica (CCIE), han tenido una participación activa durante el proceso. El ministro de Economía, Rubén Morales, explicó que la UE es un “mercado inmenso en términos de población” y que, por lo tanto, ofrece grandes oportunidades para Guatemala.
¿Qué beneficios traerá este nuevo tratado para la industria nacional?
€211 millones US$290 millones
Valor aproximado de las exportaciones de Guatemala a la Unión Europea, las cuales se concentran en productos agrícolas; el café es el principal.