Bajo el paraguas de “la esperanza”, el 14 de enero de 2008, los guatemaltecos fuimos testigos de cómo el ingeniero Álvaro Colom asumía la presidencia de Guatemala y, junto a su equipo de Gobierno, tomaban la conducción del país. Entre actitudes de los ciudadanos que iban desde altos niveles de expectativas de cambio hasta la incredulidad, pasando por quienes daban “el beneficio de la duda,” el actual Gobierno prometió abordar los grandes temas prioritarios del país bajo el lema de “tiempos de solidaridad”.
Pero en los primeros dos años de gestión, el Gobierno de la Unidad Nacional de la Esperanza nos ha quedado a deber; los problemas que más nos agobian, inseguridad y situación económica, apenas se tocan en discursos, y las acciones y políticas se posponen.
Si hacemos un balance, llegamos a la conclusión que hoy el país ha retrocedido o; de haber avances, estos han sido opacados por el retroceso que percibe la población en general.Vamos por partes. Los altos índices de pobreza de nuestra gente no podemos decir que hayan disminuido. En Cámara de Industria de Guatemala estamos conscientes de la necesidad de invertir en programas sociales, sin embargo, los implementados por este Gobierno en materia de educación y salud han sido cuestionados por diversos sectores, señalando que no es un mecanismo que garantice sostenibilidad para generar una mejora en la calidad de vida de los guatemaltecos así como la opacidad en la rendición de cuentas en su ejecución. A pesar de que el Gobierno indica que existe una mayor asistencia a los centros de salud y a las escuelas públicas, la calidad de la atención en salud y educación son deficientes y no se visualiza una estrategia para mejorar la calidad del gasto público. No se trata solo de incrementar la demanda sino que también de mejorar la oferta. Por otro lado, el clima de inseguridad es temerario, con más de seis mil homicidios al año, no obstante que el lema de campaña fue “la violencia se combate con inteligencia”, ha significado un incremento en costos para las empresas por la inseguridad. Y, por si fuera poco, las políticas públicas del actual Gobierno no tienen la dirección precisa para afrontar esas dificultades. El orgulloso estandarte del Gobierno, el programa “Mi familia progresa”, ha repartido millones de quetzales pero sin ninguna transparencia ni rendición de cuentas.
El Gobierno de Alvaro Colom, “tiempos de solidaridad”, ha sacrificado recursos que bien podrían haber sido utilizados de mejor manera en el combate de la delincuencia y en infraestructura, por citar dos ejemplos. No existe voluntad para priorizar el gasto público y, a cambio, se está empecinado en subir y crear nuevos impuestos en momentos en que la economía del país está apenas dando las primeras señales de recuperación.
Desde diciembre de 2008, Cámara de Industria de Guatemala, proactivamente, ha presentado y compartido con distintos sectores de la sociedad, la Propuesta de Reactivación Económica del Mercado Nacional, la cual tiene acciones concretas que permitirían reactivar la actividad económica, atraer inversión, generar empleo y, nuevamente, tomar el rumbo del crecimiento económico y social del país.
Como parte de nuestra política de ser una institución crítica, propositiva y comprometida, en Cámara de Industria de Guatemala hacemos un llamado al Presidente Colom para que el Gobierno sea un facilitador, creando un clima favorable para que las empresas nacionales e internacionales inviertan. Los mecanismos son sencillos: reglas del juego claras y estables, creando certeza jurídica y empresarial sostenible y disminuir la incontrolable violencia que tanto sangre ha derramado.
La solidaridad empieza por la humildad
Señor Presidente: demuéstrele con humildad a los guatemaltecos que usted está al mando del “Gobierno de Guatemala” y no del “Gobierno de Alvaro Colom”. Los empresarios necesitamos acciones concretas e inmediatas que faciliten condiciones que permitan generar oportunidades de empleo, inversión y desarrollo.
Javier Zepeda
Director Ejecutivo Cámara de Industria de Guatemala