En pocas palabras, la crisis económica mundial y sus efectos sobre Guatemala se pueden resumir en mayor incertidumbre y falta de liquidez. ¿Qué le toca ahora a las empresas? Evitando sonar demasiado obvios, debe cuidar su liquidez. Hay dos líneas estratégicas básicas: cuidar las ventas y cumplir con sus pasivos. Ambas con el objetivo común de evitar que un problema de liquidez se convierta en problema de solvencia y que comprometa la misma existencia de la empresa.
Respecto a la primera línea de trabajo, acérquese a su cliente y conózcalo. Esto es importante para priorizar sus esfuerzos hacia lo interno de la empresa precisamente en aquellas áreas que generan valor para sus clientes. Una primera estrategia que muchas empresas adoptan es recortar costos. Lo cual es necesario, pero tampoco puede ser indiscriminado. Si empezamos a destruir las áreas que efectivamente valoran nuestros clientes, primero nos arriesgamos a perderlos y, segundo, comprometemos el desarrollo de la empresa a mediano y largo plazo.
Varias actividades por las cuáles debe velar. Primero, revise su programa de inversión y expansión: defina prioridades y sistemas de evaluación. Al invertir en un activo nuevo, cuál es la rentabilidad esperada del mismo. Muchas veces invertimos en activos cuya capacidad instalada no es aprovechada al máximo. El típico ejemplo es el software: tenemos el mejor con todas las extras, pero sólo aprovechamos una pequeña parte.
Asimismo, cuide la rotación de sus inventarios. Estos son productos que alguien tiene que financiar mientras se utilizan para la producción o efectivamente se venden. Por otro lado, en el afán de reducir los períodos de inventarios, aceleramos las ventas. Sin embargo, no ignoremos que el problema de liquidez puede estar afectando también a nuestros clientes y estos alarguen los períodos de nuestras cuentas por cobrar. De la misma manera que se hacen esfuerzos para reducir los períodos de rotación de inventarios, deben reforzarse las áreas de cobros.
Finalmente, mantenga estrategias financieras razonables. Evite estar financiando activos de largo plazo con líneas de crédito de corto plazo. El calce entre activos y pasivos es fundamental. Situaciones similares en el pasado reciente dan cuenta de empresas que sufrieron grandemente por no cumplir con esta premisa: inmobiliarias que financiaron proyectos de construcción a varios años con pagarés a seis meses.
Tasas de crecimiento interanual